Romero y yo
Por Rafael Domínguez | 28-03-2025
Hoy, 45 años después de su asesinato, siguen siendo vigentes cada una de sus palabras, porque no eran de su autoría sino de Dios y eso le da esa vigencia, ese fuego y esa certeza cuando se le escucha en el tiempo presente; no me cabe duda de que como evangelista, predicador y líder religioso cumplió su papel de manera magistral y murió, no por culpabilidad de sus acciones, sino por el destino mismo que corren los grandes hombres que se aferraron al Evangelio