Imaginate haber invertido tanto dinero en tus mueles para que de un día para otro ya estén destruidos. Pues eso les pasa a muchas personas cuando se dan cuenta que sus hogares han sido invadidos por termitas, polillas y carcomas, unos molestos insectos que destrozan mobiliarios particularmente antiguos, húmedos o no curados minuciosamente.
No hay que negar que en la mayoría de casas salvadoreñas es común tener muebles de madera debido a la elegancia que aportan a los ambientes. Estos pueden ser camas, sillas, mesas, sillones, gavetas, estantes, entre muchos más.
Por lo que estas viviendas están más propensas a ser invadidas por esta plaga de insectos que destruyen todo lo que tocan.
Se dice que los mayores destructores del hogar son los isópteros conocidos como termitas, termes, turiros, comejenes, polillas y también como hormigas blancas, por su semejanza superficial con las hormigas.
Su fuente de alimento es cualquier material hecho con madera, algodón, cartón o papel. Por lo tanto, no solo irán por tus muebles, también irán por tus libros, cajas, ropa y todos lo que les parezca apetecible.
El sitio cubano ecured.cu indicó que en el mundo existen unas dos mil variedades de estos insectos y la mayoría de estos habitan en el trópico y en zonas templadas del norte y el sur del continente americano.
Estos animalitos viven en colonias y al igual que las abejas se organizan por roles: reproductores, soldados y obreras. Llegan a medir de 3 a 5 milímetros y viven de tres a cuatro semanas. Gustan del período primaveral y del otoño. En verano, si las temperaturas son muy altas pueden parar su actividad y retomarla hasta que el clima les sea favorable.
El portal web mejorconsalud.com destacó en un artículo dos señales de que podés tener comejenes en tu casa y no lo sabés: puntos amarillos en tus muebles y los agujeros que dejan al comerse la madera.
Hay muchas personas que cuando se enfrentan a esta situación lo más normal es que manden a restauración los muebles, pero no siempre se cuenta con el tiempo ni el dinero para hacerlo.
Las termitas son difíciles de detectar, ya que no hacen ruido al destruir (comerse) la madera. Estas huyen de la luz y avanzan en un tipo túnel construido en el mueble, engullendo la celulosa de la madera y dejando solo una capa de barniz, y en el interior un hueco grande.
Aunque lo ideal es tratar y eliminar estas plagas con venenos, cámaras de gas, sellado o aspiraciones realizadas por especialistas, hay otras formas para prevenirlas: plantas. Sí, algunos expertos en la materia consideran que el olor de determinadas hojas de árboles o arbustos es clave en este tema, pues sirven como repelente para estos insectos.
Así que podrías tener muy cerca de vos la solución para evitar que tus armarios, escritorios o puertas se llenen de pequeños orificios.
Asimismo, existen algunos trucos caseros que pueden ayudarte a preservar esa mesa del comedor, la mecedora de la abuelita o la inmensa librera.
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1. Laurel
Unas cuantas hojas y ramas serán suficiente para generar un olor fuerte que sirva como barrera con las polillas o termitas. Puedes tomar entre cinco o siete ramitas y colocarlas en gavetas o roperos. El resultado es satisfactorio.
2. Cedro
Se considera uno de los mejores árboles para construir muebles. Así que si decides comprar tu mobiliario con este tipo de madera solo deberás lijarlos una vez al año para reforzarlos. El aceite que salga de él será eficaz para que estos insectos no lleguen a casa.
3. Limón (o naranja)
Coloca las cáscaras y hojas ya secas de estos frutos en bolsitas pequeñas y ponlas en gavetas de las alacenas, en tu armario o tocador; con toda seguridad alejarás a las carcomas, polillas y termitas.
4. Eliminá la humedad
Además de provocar problemas de salud, la humedad en los hogares desata la proliferación de las termitas, ya que los lugares oscuros, húmedos y sucios son el hábitat donde se multiplican. Así que tapa las goteras, saca la ropa mojada y limpia cada cierto tiempo los muebles y los lugares pocos recurrentes.
5. Deshazte del cartón y papel
Si eres una persona acumuladora es mejor que ya no lo hagas. No sigas conservando cajas, papeles, cuadernos o muebles que ya no usas o no sirven, botalos. Eso puede provocar la visita de estos insectos desastrosos, quienes no solo se comerán lo que acumulas, sino también el mobiliario que está en buenas condiciones.
6. Evitar el contacto con el suelo
“Es normal que pensemos en colocar nuestro mueble de madera en contacto directo con el piso, pero la verdad esta no es la opción más recomendable. En este caso lo más apropiado es que todos los enseres que sean de maderas tengan un soporte de hierro que esté en contacto con el suelo”, recomendó el sitio web www.anticimex.es
7. Trampas de cartón
Según un artículo del sitio www.allianz.es, con este remedio casero no es posible acabar con toda la plaga, “pero sí eliminar una buena parte. Consiste en amontonar cartón mojado para que centenares de termitas se acerquen a comérselo. Cuando esto ocurra, será necesario quemar el cartón con las termitas en un lugar seguro”. Este consejo solo aplica cuando ya la casa está invadida por los insectos.
8. Ácido bórico
El portal web mejorconsalud.com sugirió en un artículo que pruebes mezclando una cucharadita de ácido bórico con una cucharada de azúcar y otra de leche, y luego coloques pequeños recipientes con este insecticida casero en los lugares identificados (ten cuidado con los niños y mascotas). Repite este proceso durante 3 a 4 semanas.