Las frutas y verduras son alimentos necesarios para una buena salud física y mental; pues aportan la mayor cantidad de vitaminas, minerales y demás nutrientes esenciales que el cuerpo requiere. Sin embargo, uno de los mayores retos es mantenerlos frescos.
De acuerdo con especialistas consultados por la Revista Semana, para no fracasar en el intento lo primordial es elegir bien. El color y la textura fresca al momento de comprar las frutas y verduras, permitirán que se conserven por más tiempo. Además, el artículo publicado por el referido medio de comunicación recomienda:
- No lavar las frutas y verduras antes de almacenarlas
Lo mejor es que laves lo que vayas a utilizar en el momento para no destruir la capa que protege a las frutas y verduras contra la putrefacción. Si observas demasiada suciedad, puedes limpiarlas con una servilleta seca.
- Evitar la humedad
La humedad propicia la aparición de hongos en las frutas y verduras. Puedes poner unas toallas de papel en el fondo de los contenedores que utilizas para que absorban el exceso de humedad que los mismos alimentos generan.
- No colocar todo en el refrigerador
Los tomates, pepinos y chiles solo se conservan a temperatura ambiente. En el refrigerador los chiles perderán su aroma y se volverán blandos, mientras que los tomates y los pepinos se convertirán en una sustancia pegajosa y desagradable. Cualquier fruta o verdura que aún no esté madura tampoco debe conservarse en el refrigerador. Solo después de que maduren, puedes almacenarlas ahí. De lo contrario, se pudrirán sin madurar.
- Plástico para los tallos de guineos y plátanos
Los plátanos y guineos se descomponen el refrigerador y pierden su sabor. Necesitan la humedad, por lo cual es mejor almacenarlos con la base del tallo envuelta en plástico.
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- Separar frutas y verduras
Al madurar, algunas verduras y frutas empiezan a emanar el gas etileno. Por ejemplo, los plátanos, duraznos, melones, peras, ciruelas, mangos y tomates. Los alimentos sensibles a su efecto (manzanas, berenjenas, pepinos, sandías, patatas, calabazas, zanahorias, brócoli), al estar junto con las frutas del primer grupo, maduran muy rápido y se dañan. Es mejor almacenar estos dos grupos por separado.
- La ventilación importante
Finalmente, toma en cuenta que, las verduras a temperatura ambiente necesitan una corriente de aire. No las conserves en un cajón de la cocina o en una canasta cerrada debajo del lavaplatos. Con este método de conservación se pudrirán antes de que los llegues a necesitar. Es mejor ponerlos en una reja de plástico o de madera para que se ventilen o en un lugar donde haya una corriente de aire.