Actualmente, es frecuente escuchar que las parejas o jóvenes solteros optan por adoptar a un perro y convertirlo en un miembro muy importante de su familia, al punto de realizar grandes esfuerzos para sumergirlo en el mundo de los humanos y tratarlo como a "un hijo".
David Sedaris, un cronista de la revista "The New Yorker", reveló en un reciente informe que muchas familias estadounidenses consideran que sus mascotas (en su mayoría perros y gatos) son sus hijos. A esta investigación se suma, el caso de España, donde hay más mascotas que niños registrados, señala el medio internacional "La Vanguardia".
Y es que, con la presencia de las mascotas en el hogar, las dinámicas familiares se han ido adaptando para tratarlos como hijos, prácticas como sentar a los perros a comer en la mesa, dormir con ellos en la cama, sacarlos a pasear en coches de bebés, entre otros comportamientos, son muy cuestionados.
En este sentido, "El Tiempo" de Colombia, consultó sobre el tema a Jorge Gallego Rodríguez, docente de Urgencias, Medicina Interna y Toxicología Clínica, quien expresó que hacerle esto a las mascotas es totalmente negativo, nada saludable.
Lee además: Estos son los alimentos de consumo humano que pueden matar a tu perro
"Jamás una mascota debe ser tratada como humano. El hecho de que se conviertan en miembros de nuestra familia no nos da derecho a humanizarlos. Por eso debemos tener bien claro el concepto de familia multiespecie, que hace referencia a un núcleo social compuesto, en este caso, por dos especies totalmente diferentes, la humana y la animal. Aquí no hay una fusión de especies. Lo que hay es una interacción entre dos especies. Es importante tener claro ese concepto y, de paso, evitar frases como ‘mi hijo es mi mascota’", señaló al referido medio.
Aunque estas demostraciones afectivas y de cuidado parezcan sanas y tiernas, tienen consecuencias negativas en el comportamiento de los animales.
De acuerdo con el especialista, la humanización puede provocar agresividad o miedo por la baja adaptación del animal a los riesgos fuera de casa. Esto es causado por la sobreprotección y actos que hacen los amos como cargar, alejar y no permitir el olfateo anal o genital a otros perros.
Te puede interesar: ¡Ten cuidado! Estas son las frutas y verduras que pueden matar a tu perro
Además, otra consecuencia es la dificultad para socializar, lo que puede ocurrir, por ejemplo, cuando se viste al animal; pues, prendas como sacos y chaquetas enturbian la comunicación visual y olfativa entre los perros. Lo mismo sucede cuando se utilizan perfumes y fragancias que enmascaran el olor natural e individual del perro.
En torno al comportamiento, la humanización puede generar en la mascota trastornos como ansiedad por separación y se puede identificar por la aparición de:
-Ladridos.
-Actividad destructiva dentro de casa.
-Mordisqueo o ingesta de ropa del dueño.
-Temblor incontrolable.
A la vez, se pueden presentar grandes manifestaciones en el momento del reencuentro, que el humano identifica como demostraciones de afecto, cita "El Tiempo.