Es importante que entiendas que la salud mental es parte integral de tu bienestar general. Si tu mente no está bien, tu cuerpo tampoco lo estará. Por eso, es necesario que conozcas las diferentes condiciones que pueden estar afectando a tu salud sin darte cuenta.
Entre las condiciones que puede afectar al ser humano se encuentra la distimia, "una forma de trastorno del estado de ánimo que a menudo pasa desapercibida, pero puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la experimentan", reveló un artículo publicado en el sitio web www.marhelapsicologia.com.
Según el Centro de Psicología Marhela, la distimia también es conocida como "trastorno depresivo persistente", y se considera un tipo de trastorno del estado de ánimo crónico y leve.
"Se caracteriza por una sensación persistente de tristeza, desesperanza y desinterés en la vida cotidiana. A diferencia de la depresión mayor, los síntomas de este trastorno tienden a ser menos severos, pero más prolongados, lo que puede dificultar su diagnóstico", agregó el Centro de Psicología Marhela.
Las personas que padecen de distimia suelen dar un cambio radical en su vida: dejar de hacer lo que antes les apasionaba y suelen estar muy depresivos.
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Cabe destacar que los síntomas de la distimia pueden varias de una persona a otra, pero generalmente pueden ser: baja autoestima, pérdida de interés en actividades que solían ser placenteras, fatiga y baja energía, cambio de apetito o en el peso, trastornos de sueño, dificultad para concentrarse, aislamiento social, sentimientos de inutilidad o culpa excesiva, entre otros.
El referido sitio indicó que la distimia puede ser provocada por diferentes causas, como factores genéticos y biológicos hasta experiencias traumáticas. Unas de las que más influye es la pérdida de un ser querido o problemas económicos.
También los patrones de pensamientos negativos o un estilo de vida perfeccionista aumentan el riesgo de desarrollarla.
Si crees que puedes estar experimentando síntomas de distimia, es importante buscar ayuda profesional, ya que un médico o terapeuta te puede proporcionar un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento.
De igual manera, te compartimos algunos consejos eficaces para controlarla o evitarla.
Rutina saludable
Mantén una rutina diaria con horarios regulares para comer, dormir y realizar actividades. Esto te ayudará a darle estructura a tu día y a mantenerte enfocada y con muchas energías. Recuerda que siempre debes priorizar tu salud mental y nunca presionarte excesivamente. Haz que todo sea placentero y deja que las cosas fluyan.
Ejercicio regular
Así como la alimentación es importante para el cuerpo, el ejercicio también lo es, pues ayuda a liberar endorfinas, que son hormonas que mejoran el estado de ánimo de las personas. Por ello, trata de hacer ejercicio al menos 30 minutos al día, cinco veces por semana. Puedes salir a correr por las mañanas o hacer ejercicio en casa.
Sé sociable
Mantén relaciones saludables y apóyate en amigos, familiares o grupos de apoyo cuando requieras de alguien para hablar de tus problemas. Las conexiones sociales pueden proporcionar un sentido de pertenencia y apoyo emocional. Incluso, salir con amigos te ayuda a despejarte de conflictos mentales.
Terapia
Considera la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) o la terapia interpersonal. Estas formas de terapia pueden ayudarte a identificar patrones de pensamientos negativos y trabajar en cómo manejarlos. Recuerda que la ayuda profesional siempre será necesaria para proporcionarte un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento.
Autocuidado
No te quedes encerrada en el cuarto de tu casa todo el día, mejor dedícate tiempo a actividades que te hagan sentir bien, ya sea leer, escuchar música, practicar un deporte, o cualquier actividad que disfrutes fuera de tu hogar. Libera esas energías malas.
Alimentación y dormir
Una dieta balanceada rica en frutas, verduras, proteínas y granos integrales puede influir positivamente en tu estado de ánimo. Dormir bien también es esencial para la salud mental. Por esa razón, asegúrate de dormir lo suficiente cada noche y de mantener una rutina de sueño regular. No te desveles viendo tu celular o en actividades que te pueden provocar trastornos de sueño.
No a los vicios
Evita el alcohol y las drogas. Estas sustancias pueden empeorar los síntomas de la distimia y afectar negativamente la salud mental. Muchas personas cometen el error de refugiarse en las drogas para olvidarse de sus problemas, pero esa no es la solución. Lo mejor es acudir a un especialista para que te ayude a tratar tus emociones.
Meditación
La meditación puede ayudarte a estar más presente y reducir el estrés, lo que puede mejorar tu estado de ánimo a largo plazo. Por eso, dedica unos 15 minutos cada día para meditar, soltar esas energías malas y reflexionar. Te aseguro que te hará bien durante todo el día.