¿Por qué es necesaria la salud ósea?
Los huesos son fundamentales para nuestra estructura corporal, protección de órganos vitales y movilidad. Sin embargo, con la edad, la densidad ósea disminuye, incrementando el riesgo de fracturas y enfermedades como la osteoporosis. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 200 millones de personas en el mundo padecen osteoporosis, y una de cada tres mujeres mayores de 50 años sufrirá una fractura relacionada con esta condición.
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Mantener huesos fuertes no solo depende del calcio y la vitamina D, sino de una combinación de nutrientes que trabajan en sinergia para preservar su densidad y resistencia. A continuación, exploramos los nutrientes menos conocidos pero igualmente cruciales para la salud ósea, respaldados por investigaciones científicas.

Nutrientes clave para fortalecer tus huesos
Magnesio
Desempeña un papel vital en la salud ósea, ya que ayuda a convertir la vitamina D en su forma activa, necesaria para la absorción del calcio. Un estudio reveló que entre el 50% y 60% del magnesio corporal se almacena en los huesos. Su deficiencia puede debilitar la estructura ósea y aumentar el riesgo de osteoporosis.
Fuentes alimenticias: espinacas, almendras, aguacate y frijoles negros.
Vitamina K2
Es esencial para activar proteínas como la osteocalcina, que fija el calcio en los huesos y evita su acumulación en arterias y tejidos blandos. Investigaciones publicadas en Osteoporosis International demostraron que la suplementación con vitamina K2 reduce significativamente la pérdida ósea en mujeres posmenopáusicas.
Fuentes alimenticias: yema de huevo, quesos duros e hígado.
Boro
Es un oligoelemento que mejora la absorción de calcio y magnesio, además de regular hormonas como el estrógeno, clave para la salud ósea. Según un estudio médico, el boro reduce la excreción urinaria de calcio y magnesio, ayudando a retener estos minerales en los huesos.
Fuentes alimenticias: uvas pasas, almendras, manzanas y brócoli.
Silicio
Estimula la producción de colágeno, una proteína esencial para la resistencia y flexibilidad de los huesos. Una investigación encontró que una mayor ingesta de silicio está asociada con una mayor densidad mineral ósea, especialmente en mujeres jóvenes y adultos mayores.
Fuentes alimenticias: plátanos, avena, espárragos y agua mineral.
Zinc
Es crucial para la formación de células óseas (osteoblastos) y previene su degradación excesiva. Según investigaciones especializadas, una deficiencia de zinc puede contribuir al desarrollo de osteoporosis, especialmente en adultos mayores.
Fuentes alimenticias: ostras, carne de res, semillas de calabaza y lentejas.

Ácidos grasos Omega-3
Los omega-3 reducen la inflamación crónica, que puede acelerar la pérdida ósea. Un estudio publicado en un medio especialista mostró que una dieta rica en omega-3 ayuda a mantener la densidad ósea en personas mayores, reduciendo el riesgo de fracturas.
Fuentes alimenticias: salmón, chía, nueces y linaza.
Potasio
Contrarresta los efectos de una dieta ácida, que puede provocar la pérdida de calcio en los huesos. Investigaciones en Osteoporosis International indican que una ingesta adecuada de potasio mejora la retención de calcio y fortalece la masa ósea.
Fuentes alimenticias: plátano, papa, espinacas y frijoles blancos.
Fósforo
Trabaja en equilibrio con el calcio para formar la estructura mineral de los huesos. Sin embargo, un exceso de fósforo (común en dietas altas en procesados) puede ser perjudicial. Según estudios, mantener una proporción adecuada entre calcio y fósforo es clave para la salud ósea.
Fuentes saludables: lácteos, pescado, pollo y legumbres.
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Vitamina C
Es necesaria para la síntesis de colágeno, que forma la matriz orgánica de los huesos. Un estudio encontró que una mayor ingesta de vitamina C está asociada con una menor pérdida ósea en adultos mayores.
Fuentes alimenticias: cítricos, pimientos, kiwi y fresas.
Proteínas
Constituyen aproximadamente el 50% del volumen óseo y son esenciales para la reparación y crecimiento de los huesos. Según los profesionales, una ingesta adecuada de proteínas reduce el riesgo de fracturas en personas mayores.
Fuentes recomendadas: huevos, pescado, legumbres y carnes magras.

La salud ósea depende de múltiples nutrientes que van más allá del calcio. Desde el magnesio y la vitamina K2 hasta el silicio y los omega-3, cada uno cumple una función única en la preservación de huesos fuertes. Adoptar una dieta variada, hacer ejercicio y evitar factores de riesgo son pasos clave para prevenir enfermedades óseas y mantener una movilidad óptima a lo largo de la vida.
Este artículo fue elaborado con herramientas de IA
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