La infección respiratoria sincitial es una afección común que afecta especialmente a los niños lactantes y a las personas con sistemas inmunológicos comprometidos. Es una de las principales causas de infecciones en las vías respiratorias inferiores, incluyendo bronquiolitis y neumonía en lactantes.
El causante de esta afección es el virus respiratorio sincitial (VRS), un patógeno viral que pertenece a la familia de los Pneumoviridae. Es un virus altamente contagioso que afecta el tracto respiratorio de personas de todas las edades, aunque su impacto es más severo en lactantes y adultos mayores.
LEE TAMBIÉN: Nutrientes esenciales que no sabías que benefician tu salud ósea
El virus se multiplica en las células epiteliales de las vías respiratorias y puede provocar inflamación y obstrucción de las pequeñas vías aéreas, lo que dificulta la respiración.
El VRS se transmite principalmente a través de gotas respiratorias que se propagan cuando una persona infectada tose o estornuda, liberando el virus en el aire; por contacto directo, por ejemplo al tocar superficies contaminadas y luego llevarse las manos a la boca, nariz u ojos; por contacto cercano, por ejemplo, al besar a un niño infectado o compartir utensilios puede aumentar el riesgo de transmisión.
El microorganismo puede sobrevivir en superficies como mesas y juguetes por varias horas, lo que lo hace especialmente contagioso en entornos como guarderías y hospitales.

Síntomas de la infección
Los síntomas del VRS pueden variar en función de la edad y el estado de salud del paciente. En adultos y niños mayores suelen ser leves y similares a los de un resfriado común, incluyendo, congestión nasal, tos seca, fiebre baja, dolor de garganta y estornudos.
En lactantes y personas con sistemas inmunológicos comprometidos, el virus puede provocar infecciones más graves como dificultad para respirar, sibilancias, fiebre alta, cianosis (color azulado en labios y uñas por falta de oxígeno) y apnea (pausas en la respiración en recién nacidos). En casos severos puede incluso desencadenar hasta la muerte.
La bronquiolitis (inflamación de las vías respiratorias pequeñas de los pulmones, que es más común en niños) y la neumonía (infección en los pulmones) son dos de las enfermedades graves que puede causar este virus.
"Este virus provoca muchas secreciones. En los bebés esto hace que se les tapen los bronquios y ya no puedan respirar, y acaban en unidades de cuidados intensivos, necesitando oxígeno, intubación o soporte de vías respiratorias", expresó la doctora Bárbara Pahud, pediatra con especialidad en infectología pediátrica.
TE INTERESARÁ: Blefaritis, la incómoda inflamación del borde de los párpados
Además de ser altamente contagioso, es la causa más frecuente de enfermedad de las vías respiratorias inferiores en bebés de todo el mundo. Según cifras de la OMS, el VRS es el responsable de más de 3.6 millones de hospitalizaciones y de alrededor de 100,000 muertes en niños menores de cinco años, anualmente, a nivel global.
Los síntomas suelen manifestarse entre cuatro y seis días después de la exposición al virus y pueden durar entre una y dos semanas.

Vacunación en mujeres embarazadas
El diagnóstico del VRS se basa en la evaluación clínica y en pruebas de laboratorio, la más común es la prueba de antígeno viral, que es un análisis rápido de una muestra de secreción nasal.
En casos graves, los médicos pueden solicitar radiografías de tórax para evaluar complicaciones como neumonía.
Actualmente, la mejor estrategia para prevenir el VRS en lactantes es la vacunación materna. En 2023, la FDA aprobó una vacuna contra este virus para mujeres embarazadas, con el objetivo de proporcionar inmunidad pasiva a los recién nacidos.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la vacunación previene entre 3.5 y 5 millones de muertes por enfermedades infecciosas, cada año, y se le considera un componente clave en la atención primaria en salud. Cuando una embarazada recibe la vacuna contra el VRS durante el tercer trimestre, su cuerpo produce anticuerpos que atraviesan la placenta y protegen al bebé durante los primeros meses de vida, cuando el riesgo de infección grave es más alto.
"En el caso de las embarazadas, no es la mamá la razón por la que se vacuna, es porque ella es la 'fábrica' para proteger al bebé. Cuando el bebé nace, desde el primer momento que toma el primer respiro, está protegido contra este virus", comentó la doctora Pahud. "Esta enfermedad afecta a un número muy grande de niños y puede tener un impacto que lleva mortalidad", agregó.
En ese sentido, Pfizer cuenta con una vacuna de nombre Abrysvo que está destinada para mujeres embarazadas, adultos mayores y personas con alto riesgo de complicaciones causadas por el virus.
Por el momento en El Salvador dicha vacuna está aprobada solo para venta privada y debe ser prescrita por un obstetra, en el caso de las embarazadas.

Factores de riesgo
Algunas poblaciones tienen un mayor riesgo de desarrollar complicaciones graves por VRS, incluyendo:
- Lactantes menores de 6 meses. Sus vías respiratorias son más pequeñas y susceptibles a obstrucciones.
- Prematuros. Su sistema inmunológico y pulmones no están completamente desarrollados.
- Niños con enfermedades cardíacas o pulmonares crónicas.
- Adultos mayores con enfermedades subyacentes.
- Personas con inmunodeficiencias.
La clave es la prevención
Además de la vacunación, otras estrategias para prevenir el virus respiratorio sincitial incluyen:
- Lavado de manos frecuente.
- Evitar el contacto cercano con personas enfermas.
- Desinfección de superficies.
- Uso de anticuerpos monoclonales en niños con alto riesgo.
MÁS SOBRE ESTE TEMA
KEYWORDS
Enfermedades Enfermedades Infantiles Enfermedades Respiratorias Salud Trends Ver Comentarios