Las frutas y los vegetales son una fuente rica de vitaminas, minerales, fibra y una buena cantidad de sustancias no nutrientes beneficiosas, como fitoesteroles, flavonoides y otros antioxidantes. De ahí que su bajo consumo está asociado a una mala salud y a un riesgo elevado de enfermedades como cardiopatías y cáncer, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, (OMS).
Por otro lado, algunos datos indican que si se consumen como parte de una dieta saludable baja en grasas, azúcares y sal (o sodio), estos alimentos también actúan en la prevención del aumento de peso y reducen el riesgo de obesidad, un factor de riesgo independiente de las enfermedades no transmisibles.
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Pese a su colorido, sabor agradable y la gran variedad que se encuentra disponible en el país, para muchas personas es un desafío consumirlas a diario. Sin embargo, si el objetivo es gozar de una buena salud la clave es consumir frutos de todos los colores: verde oscuro, rojo, naranja, morado y blanco. De hecho, esa variedad es vital para obtener los diferentes nutrientes y sus beneficios para el organismo.
En la medida de lo posible consume las de temporada para aprovechar su frescura; si no, las que se venden congeladas pueden ser una alternativa. En el caso de las enlatadas, mejor si son bajas en sodio o empacadas en su propio jugo o agua. Lo que sí debes evitar son las verduras congeladas con salsas, las frutas congeladas con azúcar agregada y las enlatadas empacadas con almíbar.
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¡A cualquier hora!
Las frutas y verduras pueden ser incorporadas en cualquier tiempo de comida y en las meriendas, de acuerdo con una publicación de la Clínica Mayo. Las siguientes son algunas sugerencias para consumirlas con más frecuencia:
Por la mañana
Comienza el día con una fruta o verdura. Puedes agregar un puñado de arándanos en tu cereal o avena de desayuno, o bien añadir pimientos rojos, tomates, cebollas o espinacas en tus huevos revueltos. Si lo prefieres puedes preparar un batido con fruta fresca o congelada y agregarle un puñado de espinacas. También puedes servir tus pancakes y waffles con trozos de fresas u otra fruta picada. Otra opción es agregar trozos de guineo, manzana o duraznos al cereal de desayuno, a la avena o al yogur. Siempre que puedas acompaña tu desayuno con una pieza de fruta.
En el almuerzo
Agrega vegetales adicionales a tu sándwich o wrap. Si comes fuera, pide verduras adicionales. También puedes preparar una sopa de verduras casera o bien una ensalada con al menos tres tazas de verduras de hoja verde, como repollo, kale, lechugas, berros, apio, espinacas, etc. Para darle más sabor agrega vegetales y frutas picados. Si te quedaron vegetales de la cena anterior, consúmelos como guarnición. También puedes consumir una papa mediana al horno acompañada de brócoli.