Un patrón alimentario más saludable, y en concreto basado en la dieta mediterránea, se asocia a un menor riesgo de resultados adversos del embarazo, siendo "el más interesante" el caso de la preeclampsia, donde el peligro se reduce un 28 por ciento.
Esta es la principal conclusión de un estudio observacional estadounidense realizado con 7.798 mujeres; los resultados se publican en la revista JAMA Network Open.
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La preeclampsia es un trastorno de la presión arterial que se desarrolla durante el embarazo y somete a estrés al corazón de la madre. Si no se trata, puede provocar complicaciones graves, como el debilitamiento de la función renal y hepática y la disminución del riego sanguíneo al feto.
Este estudio poblacional multicéntrico valida que un patrón alimentario más saludable se asocia a un menor riesgo de resultados adversos del embarazo, siendo "el más interesante" el caso de la preeclampsia, donde el riesgo es un 28 % menor, afirma Natalie Bello, autora principal del trabajo.
Para esta investigadora del Instituto del Corazón Smidt del hospital Cedars-Sinai, "es importante destacar que esta conexión entre la dieta mediterránea y un menor riesgo de resultados adversos del embarazo se observó en una población geográfica, racial y étnicamente diversa".
La asociación era más fuerte en las mujeres que tradicionalmente se consideran de edad materna avanzada, las de 35 años o más.
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El estudio también evaluó la vinculación entre la dieta mediterránea y otros resultados adversos del embarazo, como la diabetes gestacional y la hipertensión, el parto prematuro o la muerte fetal.
Además de la preeclampsia, el riesgo de diabetes gestacional también disminuyó en las mujeres que siguieron más de cerca la dieta cardiosaludable, informa un comunicado del Cedars-Sinai.
Para hacer este estudio de observación, se pidió a las mujeres embarazadas de su primer hijo que rellenaran un cuestionario centrado en sus hábitos alimentarios.
Las respuestas se clasificaron en verduras, frutas, frutos secos, cereales integrales, legumbres, pescado, proporción de grasas monoinsaturadas y saturadas, carnes rojas y procesadas y alcohol para calcular la puntuación de la dieta mediterránea, y analizar después los datos.
Una puntuación alta en la dieta mediterránea se relacionó con un 21 % menos de probabilidades de tener algún resultado adverso en el embarazo, así como con un 28 % y un 37 % menos de riesgo de padecer preeclampsia/eclampsia y diabetes gestacional.
"También analizamos los componentes individuales de la dieta mediterránea y descubrimos que una mayor ingesta de verduras, legumbres y pescado estaba relacionada con un menor riesgo asociado de sufrir un resultado adverso del embarazo", concluye Bello