Abrumadora. Ese es el término que mejor define la rutina diaria de los padres con hijos autistas.
Y si bien todo depende del espectro que presenta el paciente, sobrellevar una vida interactuando con una persona con Trastorno del Espectro Autista (TEA) es un reto enorme.
No obstante, las satisfacciones que se cosechan en familia junto a ellos son más inmensas.
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Ahora bien, la clave para acompañar con éxito a estos chicos es aprender a planificar y capacitarse de forma constante, según las necesidades de ellos.
Aprender su forma de comunicarse, de llenar sus necesidades, de responder a sus emociones correctamente o de crear un ambiente seguro se vuelve una difícil tarea que crece con los años.
Al llegar a la adolescencia, surge el desafío de apoyarlos en lo que a formación universitaria o incorporación laboral se refiere.
En este punto, Cleveland Clinic destaca que el apoyo de los padres es esencial y ofrece una serie de recomendaciones sugeridas por la especialista en TEA, Courtney Gebura, para prepararlos “para estos hitos fuera del hogar en su viaje como adolescente hacia la edad adulta temprana”.
1. PLANIFICAR A UNA EDAD TEMPRANA
Es importantísimo que los niños exploren y desarrollen sus diferentes intereses, labor que debe ser monitoreada por papá y mamá. La especialista aclara que al igual que los otros menores, los pequeños con TEA están averiguando qué quieren ser cuando grandes, solo que en ellos suele necesitarse de más tiempo. Tenga paciencia, sea constante y muy observador.
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“La capacitación vocacional para un niño con autismo generalmente comienza alrededor de los 14 años. Comenzar este tipo de capacitación y educación temprano les da a los adolescentes el tiempo que necesitan para desarrollar habilidades del mundo real que les servirán en un trabajo o en la universidad. Esta ruta de tratamiento y educación temprana se enfoca específicamente en nutrir los diversos comportamientos y tareas requeridas en el trabajo o la escuela”, manifiesta Gebura.
2. EMPLEO DEPENDE DE CAPACIDADES
La Cleveland Clinic, a través de su Centro para el Autismo, suele ayudar a los jóvenes que buscan empleo a colocarlos en tres niveles.
1. Centros de actividades para adultos. Ofrecen el desarrollo de habilidades de capacitación laboral para personas de bajo rendimiento en un entorno estructurado y de apoyo.
2. Empleo con apoyo. Hay agencias u oficinas que ofrecen empleos con sistemas de apoyo integrados, pero ello es mejor para personas que son capaces de hacer un trabajo pero que no necesariamente pueden vivir y/o trabajar de forma independiente.
3. Empleo competitivo. Incluye trabajos independientes para empleados que pueden manejar la responsabilidad del transporte hacia y desde el trabajo y las actividades laborales diarias.
“Los beneficios de la experiencia real en el entorno adecuado que es específico para el adolescente no se pueden exagerar, un trabajo de medio tiempo les da a los adolescentes la oportunidad de ver cómo es la vida laboral cuando los padres no están cerca”, dice Gebura.
3. HABILIDADES DURAS Y BLANDAS
En personas con TEA, este tipo de habilidades son comportamientos aprendidos que suelen requerir tiempo y esfuerzo. “Por eso es importante que los equipos de atención y los padres no solo le enseñen a su hijo adolescente cómo seguir una serie de procedimientos, sino que también incorporen habilidades sociales y para la vida con anticipación para que su hijo adolescente esté preparado para ponerlas en práctica en la universidad o lugar de trabajo”, se detalla en el comunicado de Cleveland Clinic.
Los distintos escenarios laborales pueden representar más un esfuerzo aprendido, por lo que se vuelve esencial capacitar a los chicos autistas a medida crecen. Las habilidades blandas les ayudan a saber cómo gestionar un día de vacaciones, habilidades de seguridad, solicitar ayuda o cómo resolver un conflico. Las duras, llegan con la capacitación vocacional temprana. De esta forma, aprenden a realizar trabajos específicos como archivar, construir cajas, organizar inventarios o elaborar alimentos. “De igual forma pueden aprender habilidades transaccionales como registrar datos, trabajar con dinero, leer un calendario o tareas similares relacionadas con el trabajo”.
4. ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS
En la actualidad, son muchas las universidades o centros de educación superior que ofrecen programas de apoyo para estudiantes con TEA.
La especialista sugiere utilizar el mismo principio de la capacitación vocacional desde edad temprana para preparar a los hijos para la universidad.
“Comenzar temprano es clave para permitir tiempo y flexibilidad a medida que su hijo adolescente con autismo continúa dando forma a su propia identidad”, afirma Gebura. “Como padre, pensar en la independencia de su hijo puede, por supuesto, ser emotivo, incluso un poco abrumador. Pero centrarse en estas áreas objetivo para el desarrollo lo ayudará a brindarles una gran base para su futuro”, añade.
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5. APOYO PATERNO ES CLAVE
El éxito de los hijos autistas depende en gran medida del apoyo y el acompañamiento de sus padres y familia. Por ello, en los programas de entrenamiento, ellos deben estar presentes. “… la observación no solo les da a los padres una idea de lo que hacen bien sus hijos, sino que también brinda formas de reforzar el comportamiento positivo en el hogar. Su papel como padre también puede tener un gran impacto más allá de solo observar y reforzar”, resalta Cleveland Clinic.
Otro factor a tomar muy en cuenta a la hora de colocarlos en un empleo, es el de aprovechar al máximo los contactos y empresas cercanas al hogar. “Si son buenos para archivar o llevar la contabilidad, pregunte si las tiendas o negocios locales tienen vacantes de trabajo a tiempo parcial. Si les encanta trabajar al aire libre, una agencia de construcción podría ser una buena opción. Si su adolescente tiene problemas de comunicación, un empleo personalizado podría ser más apropiado”, sugiere la especialista.