En este mes dedicado a la prevención de cáncer de mama o seno, la reconocida doctora salvadoreña, Sindy Orellana, reconoció que esta enfermedad ha estado presente en su familia y la ha afectado como cuidadora de pacientes.
Ella cuenta con un año de estudios en el área de psiquiatría y un postgrado en nutrición y dietética y otro postgrado en patologías psicoafectivas. Sus estudios generales de medicina los realizó en la Universidad de El Salvador.
Durante su trayectoria de once años de atención en clínica privada se ha especializado en el área de comida saludable y coaching motivacional, además de ser conferencista internacional y divulgadora en sus redes sociales.
“1 de cada 12 mujeres está afectada de cáncer de seno, lo que la convierte en la patología más frecuente en toda la tipología del cáncer”, adviritó la doctora salvadoreña, que considera que el apoyo psicológico y emocional a los pacientes y su entorno familiar es de suma importancia.
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nuevos diagnósticos de cáncer de mama en todo el mundo, solo en 2020, de acuerdo con estimaciones de la Sociedad Americana Contra el Cáncer
Las cifras de este padecimiento se reducen en el caso de los pacientes masculinos. “1 de cada 100 caballeros va a sufrir cáncer de seno”, señaló la doctora Sindy Orellana.
“Si ya es una persona que está enfrentando este tratamiento, son fuertes y pueden luchar por la vida”
Doctora Sindy Orellana, especialista en nutrición y dietética
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Esta diferencia se debe, advirtió, a una reducción de la protección que aporta el factor hormonal.
“Nos vamos acercando al período llamado menopausia; entonces, va disminuyendo esa protección hormonal que se tenía. Por eso, a esa edad (entre los 40 y 45 años) se ve más afectada la mujer”, destacó.
“El sistema inmune se ve alterado. No obstante, también, se complica el área sensorial”, indicó sobre la pérdida del olfato y el gusto en pacientes diagnósticados con cualquier tipo de cáncer y que reciben quimioterapia.
La alimentación previo al diagnóstico.
“El principal factor es el genético, por mutaciones que se van heredando”, remarcó la doctora Orellana. Sin embargo, “no todas las personas diagnosticadas con cáncer van a tener predominio de este factor genético”, señaló.
Además, otros factores están muy relacionados en el desarrollo de la enfermedad. “Hablamos de los malos hábitos”. Según la doctora estos hábitos propician la obesidad y el sobrepeso.
“Tenemos, hoy día, una cultura de estrés muy alto. Y por ello; abusamos, por la falta de tiempo, de alimentos procesados, comidas rápidas altas en grasas y químicos" que detonan la proliferación células malignas, consideró.
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Debido a eso es que la prevención se enfoca en mejorar hábitos como evitar esas comidas dañinas, priorizar las comidas caseras, bajas en grasa, explicó la especialista en nutrición y dietética.
"La mayoría de personas acostumbran usar bebidas muy azucaradas, con saborizantes y químicos”, puntualizó la especialista en alimentación saludable que también recomienda reducir el consumo de sal y mantener una adecuada hidratación.
El plan nutricional y su diseño personalizado
“El abordaje siempre es individual”, reconoció. Por ese motiv, ofrece indicaciones generales a nuestros lectores para afrontar un tratamiento de quimioterapia, desde el área de alimentación.
Ya que el ataque químico reduce la capacidad de defensa del sistema inmune, el abordaje nutricional recomienda el consumo de “frutas, vegetales, quitamos esas grasas dañinas y les dejamos muchas sopas a base de proteínas magras y con preferencia por carnes blancas”, específico la médico especialista.
“Vamos a evitar y a suspender, por ejemplo, los condimentos, todo los sazonadores porque llevan mucha grasa y químicos. Nada de bebidas embotelladas y recomendamos bebidas muy claras para no saturar más el riñón”, dado que durante las quimioterapias resulta fundamental regular la exigencia en la función renal de filtración y purificación de la sangre.
“No utilizar café o té verde” es otra forma de ayudar a reducir el trabajo de los riñones, que según la doctora, experimentan triple carga de su función purificadora de la sangre durante el tratamiento con quimioterapia.
Mientras reciben quimioterapia, se alteran los órganos sensoriales y la capacidad normal de los sentidos se ve afectada en los pacientes. “Los pacientes, nos dicen: Mire, es que yo siento las comidas saladas”, señaló la doctora Sindy.
Esa es una de las razones consideradas a la hora de suprimir la sal en las comidas. También se recomienda el consumo de fructosa, el azúcar natural en las frutas en la ración adecuada, ya que es fácil de metabolizar, mencionó.
Otra manifestación que se da en los pacientes al recibir quimioterapias son las náuseas. “Por eso no se pueden dar comidas muy volumétricas, muy grandes; sino que, se sirven porciones muy pequeñas”, apuntó.
El cuidador tiene un papel importante al tratar de ayudar al paciente y motivar a la ingesta de alimento en pocas cantidades ya que el proceso de terapias y los síntomas que se presentan reducen el apetito.
Bebidas como el té y dulces, ambas opciones, a base de jengibre suele recomendarse, mencionó la doctora. ya que es una excelente “ayuda de manera natural para atenuar ese tipo de náuseas”.
A estos problemas se suele añadir complicaciones de estreñimiento o diarreas, anexó la especialista salvadoreña.
Por ello, “Hay que estar muy pendiente de que no tengan una deshidratación por la quimioterapia y darles un aporte de fibra, si se puede utilizar un suplemento para poderles ayudar”, agregó.
No confiar en derivados de plantas o fármacos “que no están muy reconocidos”, ya que estos pueden “bloquear el funcionamiento de la terapia contemplada”, es otra recomendación, para que no afecten la efectividad del tratamiento regulado por el médico que lleva el seguimiento del paciente.
“A la hora de hacer un plan nutricional para los pacientes con este diagnóstico u otros tipos de cáncer, usted tiene que ver primero cómo está la creatinina, el funcionamiento renal saber de cuánto es el filtrado, para poder indicar las cantidades de proteína dentro del balance de una dieta”, dijo la doctora Orellana desde su enfoque clínico.
Considerando el nivel de grasas en el organismo y el estado funcional del hígado, “no es de decir, como un chef, voy a organizar mi menú.
Es bastante complejo y lleva tiempo” que involucra sopesar los valores calóricos y distintos resultados de exámenes, especificó.
“He tenido familiares muy cercanos que han fallecido y que han pasado por todo esto".
Doctora Sindy Orellana, especialistas en nutrición y dietética.