Tras dos años posponiendo bodas por la pandemia, este verano son muchas las parejas que han decidido darse el "sí, quiero" delante de sus seres queridos, y hay novias que se decantan por hacerlo a su estilo, aunque eso incluya cambiar el tradicional vestido blanco por uno negro. "Ahora más que nunca, la gente tiene el deseo de darle su toque propio a sus vestidos y muchas mujeres quieren algo poco convencional porque no sienten que tengan que ceñirse a las reglas tradicionales. El negro es un color que está llamando la atención de las novias, es muy elegante y atemporal", explica Ranu Coleman, jefa de marketing para Azazie, una tienda en línea de vestidos y accesorios para novias y fiestas.
Es cierto que en la amplia gama de vestidos de novia de la tienda online sigue predominando el blanco, pero Coleman apunta que los dos vestidos negros que tienen en oferta, uno totalmente negro y otro blanco con encaje negro, son muy populares entre sus clientas.
"Estamos empezando a pensar en algunos diseños nuevos que se adaptan más al negro", señala Coleman y explica que algunas novias optan por un vestido más tradicional en la ceremonia y luego, para el festejo, se cambian a otro de otro color, entre los que puede caber negro o el rosa claro. "A algunas mujeres un vestido negro les da la sensación de que pueden volver a usarlo. También creo que hay muchas mujeres a las que no les gusta el color blanco o cómo les sienta el blanco, ya que no se trata de un color que siempre favorece", añade.
En septiembre y octubre de 2021, el buscador Google registró un incremento en las busquedas de "vestido de novia negro" que "vestido de novia blanco", y en el último año las dos tendencias de búsqueda estaban casi a la par, según Google Trends. Gemma Andreu, directora de marketing y comunicación de Pronovias, indica que el interés por los
vestidos negros ha aumentado en internet, pero a la hora de la verdad, no son tantas las que se atreven a dar el paso.
"Es algo anecdótico, en nuestras redes sociales publicamos contenido (de vestidos de novias negros) y la gente comenta: '¡Qué bonito! ¡Me encanta!', pero una cosa es lo que la gente dice y otra cosa es lo que en realidad terminan haciendo y en cuestión de ventas no hemos visto ese auge", anota Andreu. Por su parte, en la tienda de Pronovias en Manhattan una de las empleadas explica que otra opción que es popular entre las novias es comprar el diseño en blanco y luego teñirlo de otro color.
Entre las actrices e "influencers" también se ha dejado ver el negro en sus bodas: la youtuber Safiya Nygaard se casó de blanco en 2019 y luego se cambió a un vestido negro para su primer baile como casada; por su parte, la actriz Kristen Bell se casó con el actor Dax Shepard en 2013 con un top y pantalones negros.
La actriz e icono de moda Sarah Jessica Parker fue una de las pioneras: en 1997 optó por llevar un vestido negro con volantes cuando se casó con el también actor Matthew Broderick en Nueva York pero dijo más tarde en una entrevista que se arrepentía de su decisión y que debería haber elegido un vestido blanco de tafetán o satén.
Aunque la actriz afirmó que desearía haber hecho las cosas de manera diferente; algo que querían que pasara inadvertido, se convirtió en un look que sigue llamando la atención y puede ser replicado hasta nuestros días. Es así como más y más novias pasan de largo del crema tradicional o los vestidos en tonos marfil y le dicen ‘sí, acepto’ al vestido negro.
Hay evidencia de que el negro puede ser considerado un color festivo, especialmente cuando se acompaña con bordados florales. Algunos detalles extra como un lazo romántico, delicados bordes y plumas caprichosas, también crean acentos encantadores dignos de un paseo hacia al altar