En marzo pasado, la Revista Mujeres de El Diario de Hoy y la Cámara de Comercio de El Salvador la nominaron “Mujer Influyente”.
Dinora Alfaro es una salvadoreña comprometida que ha sabido destacar desde su trinchera con un talento inmenso. La actriz de teatro jamás renunció a su pasión por las tablas, aún sabedora de que en El Salvador ser artista no es un privilegio.
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Luego de una pausa de dos años impuesta por el coronavirus y de asumir los retos de la virtualidad, la descendiente de La Bocha Teatro vuelve al escenario del Teatro Luis Poma, con el drama original de Enrique Valencia, producido por Acento Escénica, “El rastro”.
En esta obra, la actriz, directora y productora comparte créditos con su esposo Rubén Quintanilla. Pero, además, Alfaro regresa a la nación tica para presentar de nuevo la coproducción de El Salvador y Costa Rica, “La huida”, luego de ser elogiada y premiada por su trabajo actoral en los Premios Nacionales de Cultura de Costa Rica.
Al respecto, la salvadoreña compartió algo de sus satisfacciones y retos en esta entrevista.
La actriz, directora y productora estelariza el drama "El rastro" con su esposo Rubén Quintanilla. VIDEO: imagen de carácter ilustrativo y no comercial / https://www.instagram.com/p/Ccx7agxjiaO/
Me gustaría saber, ¿qué ha significado para ti protagonizar “El rastro” y tener la oportunidad de actuar junto a tu pareja?
Encarnar el personaje de Luz en “El rastro” me permite tomar conciencia de todos aquellos tipos de violencia a los que como mujeres estamos expuestas a diario y que en muchas ocasiones se normalizan. A la vez, esta conciencia me pone en alerta y me mueve para que mi interpretación artística se convierta en un grito de todas aquellas mujeres que sufren abusos en el encierro o en el silencio. Estar en escena junto a mi esposo hace que este trabajo también se torne en un camino muy personal y nos permita avanzar juntos como una pareja en la que el respeto, la escucha y el amor se interponen a la lucha de poder.
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Podrías decirme, desde tu opinión personal, ¿por qué el público debe ver una obra como “El rastro”?
Esta obra está dirigida a todo público mayor de 12 años, porque tanto si eres hombre como si eres mujer “El rastro” es una invitación a la empatía, a la comprensión y un llamado a la acción, para que una historia como esta no vuelva a repetirse. De una manera bella y poética, el espectador podrá ver a través de Luz o de El Bello, los dos personajes de esta historia, un juego de poderes que se repite a diario en la escena cotidiana.
“El rastro” es “una metáfora sobre el secuestro, ya sea uno sistemático y legalizado por el Estado o el espejo de los secuestros que suceden todos los días alrededor del mundo”, indicó en su oportunidad Enrique Valencia. La obra se enfoca en una niña que es vendida por su padre a un proxeneta.
¿Qué retos te impuso la interpretación de Luz en “El rastro”?
Interpretar a Luz me reta desde muchas aristas, como artista es un trabajo físico y emocionalmente extenuante para el cual debo entrenar y ensayar con mucha disciplina en el período previo a la presentación, pero también me reta como mujer, como hija, como hermana, como madre, porque ninguna mujer debería seguir enfrentando la violencia sola. Me reta como ciudadana y me llama a abrir mis ojos del cuerpo y del alma antes de juzgar, antes de denigrar, antes de abandonar a alguien.
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Sé que “La huida” es otra obra que toca fibras muy emotivas. ¿Qué satisfacciones has obtenido con esta puesta en escena, además de la oportunidad de trabajar con colegas centroamericanos y recibir reconocimientos?
Creo que la satisfacción más grande para los que nos dedicamos al artes es que el espectador venga a ti conmovido por tu interpretación. “La huida” me ha regalado muchísimos encuentros de este tipo, personas de todas las edades agradecidos por traer a la palestra y encarnar este tema que para muchos aún es tabú y que sencillamente es cuestión de derechos humanos.
“La huida” es un drama que ofrece diferentes lecturas sobre el fenómeno migratorio que se vive en la región centroamericana, haciendo especial énfasis en la provocada por la intolerancia a la diversidad de género.
¿A dónde te gustaría llevar “La huida” en este momento de tu presente?
Creo que “La Huida” es una obra sumamente actual y necesaria. Su magia reside en tratar un tema -que para nuestras sociedades aún es de confrontación- de tal manera que no ofenda a nadie, que no juzgue a nadie, pero que a todos los mueva de sus asientos, en un viaje hacia nuestro GEN más humano; por tanto, creo que “La Huida” debería llegar a todos nuestros países centroamericanos, a sus aulas, a sus instituciones públicas, como en parte ya hemos tenido la oportunidad de hacerlo en El Salvador, presentándola a cuerpos de la PNC, El ministerio de Relaciones Exteriores, de Migración, etc. Como lo dice mi personaje “Blanquita” dentro de una de las escenas, debería llegar a los que hieren, a los que matan, a los que ignoran, a los que tienen la posibilidad de crear leyes más justas, más inclusivas… A las madres y padres que no saben cómo reaccionar cuando su hijo les dice que es gay, lesbiana, trans…
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Con esta obra, vuelves a Costa Rica.
“La Huida” ha sido invitada nuevamente a Costa Rica, después de una pausa debido a la pandemia y también después de ser en el 2019 una de las piezas más galardonadas por los Premios Nacionales de Cultura de Costa Rica, llevándose Premio a Mejor Dirección para Arnoldo Ramos y Mención Honorífica de Actuación otorgado a mi persona. La Compañía Nacional de Teatro, nos ha extendido nuevamente la invitación, ahora para formar parte de su Temporada 2022, del 12 al 22 de mayo, en el mismo teatro que vio nacer a este espectáculo y en el que cada noche se cerraba con sentidas ovaciones.
¿Te gustaría trabajar en otro proyecto que una el talento teatral centroamericano?
Por supuesto, este tipo de trabajos nos enriquecen y fortalecen el teatro de nuestra región.
¿Qué sentiste al saber que recibirías el reconocimiento de Mujeres Influyentes y la Cámara de Comercio? ¿Qué representa para ti el saberte merecedora de estos dos galardones en tiempos de coronavirus?
Son galardones que estoy segura merecen muchísimas mujeres más, me siento honrada de que vean mi trabajo artístico como un aporte a una sociedad más justa. Desde niña me han enseñado que el talento es un regalo que solo vale la pena si está acompañado de disciplina y mucho trabajo, y es lo que a diario procuro hacer, honrar el talento que se me ha dado y a todas las personas que me han brindado apoyo, conocimientos y amor.