¿Puede un caballo ayudarte a superar tus inseguridades y sacar lo mejor de ti? Ximena Paredes está convencida de que sí, y por ello ha iniciado un proyecto de empoderamiento con caballos en El Salvador, para apoyar a las mujeres y contribuir a que estas encuentren el equilibrio entre cuerpo, mente y alma.
No dudó en emprenderlo, tras descubrir el método de coaching con caballos creado por Christina Marz, terapeuta familiar con especialización en trauma y “HeartMath”, que posee 30 años de experiencia en el entrenamiento, manejo y rehabilitación de caballos.
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Además, es psicóloga de marketing y psicóloga clínica en Alemania y Estados Unidos, creadora de “The Marz Method”, “Horse Guided Empowerment”, “Empoderamiento con caballos” y la iniciativa “Sin Miedo”.
Del 8 al 10 de marzo, la alemana residente en Ecuador visitó el país para dirigir el primer taller de conexión con caballos y apoyar a su alumna certificada “Xime” (como cariñosamente le conocen), con su proyecto “Apapacho Equino”, en Altamira Centro Ecuestre, en Lourdes, Colón.
Fueron tres días de un curso limitado que se agotó y legó una serie de momentos únicos para toda la “manada” ahí presente.
Esa conexión especial de confianza entre caballos y humanos fue lo que motivó a Marz ha aplicarla para ayudar a otros a ser mejores individuos y más felices.
¿Pero de qué forma un caballo puede empoderar a una persona? La especialista lo descubrió en su infancia, según entrevista que concedió previo al segundo día del taller.
Ella creció en un hogar complicado, en una propiedad contigua a una granja de caballos en su natal Alemania. Después de admirar a la manada del vecino desde su ventana, se atrevió a acercarse a estos y logró una conexión muy especial, que le generó confianza en sí misma y el valor de hacer frente a su realidad. Estos la acuerparon y escucharon sin juzgar, en silencio, pero percibiendo cada una de sus emociones.
De esa manera, generó un tipo de humildad muy particular que le facilitó encontrar su voz, su misión en la vida. De cuidarlos, terminó apoyando en el cuido y el entendimiento de estos animales de presa, de los que se enamoró perdidamente.
Con los años, y tras concluir sus estudios de psicología, migró a Ecuador, en donde constató que esa relación especial con los equinos, que le ayudó grandemente a su realización personal, también estaba ayudando a un grupo de niños de la zona, a los que les permitió acercarse a sus caballos.
Al investigar, descubrió que ya existía la educación con caballos y decidió especializarse en ello. Estudió varios métodos, pero con ninguno hizo click.
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De ahí surge su método de “Empoderamiento con caballos”, que en medio del confinamiento por covid-19 terminó de expandirse más allá de las fronteras ecuatorianas, y ahora se aplica en diferentes partes del mundo. “Tengo alumnos certificados en 30 países”, afirma Marz.
Y Ximena es una de las dos discípulas que tiene en El Salvador. Pero ella es quien se ha enfocado en el coaching con caballos.
Esta modalidad de empoderamiento puede aplicarse de forma individual como grupal y por lo general no se requiere de más de un taller para alcanzar los objetivos planteados, a diferencia de la equinoterapia.
Además, es un taller que se desarrolla en un ambiente de calma, empatía y respeto, anulando la fricción y la competitividad que impera en el mundo profesional.
Si estás interesado en contactar con Ximena Paredes para recibir un “Apapacho Equino” contacte con ella al Whatsapp 7987-4220 o síguela en Instagram como @coachxime. También puedes solicitar información en Altamira Centro Ecuestre, con Ximena López al número 7101-0879 o en el Instagram @altamira_centroecuestre.
LOS CABALLOS NO JUZGAN, PERO SON HONESTOS
La confianza, la empatía, el respeto y la comunicación están a la base del método de “Empoderamiento con caballos” de Christina Marz.
Y la piedra angular de este, es la hipersensibilidad que poseen los caballos, por ser animales de presa. “Al caballo no lo puedes engañar”, subraya la especialista.
Y eso es lo que suele ocurrir al inicio de una sesión de esta modalidad de coaching -desdetierra (no se cabalga)-, algunas personas llegan con temores e inseguridades y al entrar al mismo espacio con los caballos, provocan que estos se alejen.
A medida se desarrolla la sesión con ‘la manada’, se trabaja el lenguaje corporal, la coherencia cardíaca, la respiración, y la importancia de ser auténticos. “Se crea un espacio seguro, donde lo que se espera es la honestidad. Si alguien dice: ‘estoy aburrida, me da calor, no entiendo esto’, lo mejor es decirlo, no fingir que todo está bien”, explica Marz.
Y, precisamente, el enfoque está centrado en descubrir las raíces de esa incomodidad. “Qué podemos hacer para cambiarlo y de qué forma podemos complementarnos todos con nuestras metas personales, nuestras historias personales...”, añade.
Al ser honestos consigo mismos y con los demás, el caballo se acerca de una forma empática, respetuosa, sin invadir el espacio de las persona y dispuesto a ayudar.
“Para poder lograr una conexión con la manada, es necesario poner en la mesa quien soy. Con honestidad, sin fingir. Las máscaras que creamos las personas no caben en este método, y esto los caballos lo detectan a la perfección”, enfatiza la psicóloga.
Al sincerarse y autoaceptarse, el ambiente de confianza surge y la comunicación mejora en la manada, logrando ese trabajo en grupo que tanto caracteriza a los caballos.
De ahí lo valioso del “Epoderamiento con caballos”, para la realización personal y el desarrollo eficaz del trabajo en equipo.