La Semana de la Moda de Londres terminó esta semana con diseños de inspiración clásica en las colecciones de otoño-invierno para 2024 y el regreso de marcas ausentes en la edición de septiembre de 2023.
Entre los que volvieron estaba la diseñadora turco-británica Dilara Findikoglu. En septiembre, canceló su desfile debido a dificultades financieras.
"Se trata sólo de exaltación, de sueños, de positividad", afirmó a la AFP sobre su colección, en un desfile ambientado en una iglesia gótica.
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La irlandesa Robyn Lynch, que tampoco había acudido en septiembre, estuvo presente el sábado para mostrar su colección, en este difícil momento económico para los jóvenes diseñadores.
Algunos de ellos, como Lynch, reciben apoyo del programa "NEWGEN" del British Fashion Council (Consejo Británico de la Moda), destinado a jóvenes talentos de la moda del país.
POLÉMICA EN EL BRITISH MUSEUM
El sábado, el diseñador anglo-canadiense Erdem Moralioglu (Erdem) hizo desfilar a sus modelos en la impresionante sala de exposición de los frisos del Partenón de Atenas, en el Museo Británico, despertando la ira de las autoridades griegas, que exigen desde hace años la devolución de los famosos mármoles.
Al organizar un desfile de este tipo, inspirado en la cantante griega María Callas, "el Museo Británico demuestra, una vez más, que no respeta las obras maestras del escultor Fidias", reaccionó la ministra de Cultura del país heleno, Lina Mendoni.
Grecia exige desde hace décadas la devolución de este friso de 75 metros, sacado del Partenón, argumentando que fue objeto de "saqueo" mientras el país estaba bajo dominación otomana.
Reino Unido, por su parte, afirma que las esculturas fueron "adquiridas legalmente" en 1802 por el diplomático Lord Elgin, quien las vendió al Museo Británico.
Para sus colecciones, muchas marcas se nutrieron de la nostalgia del pasado, con prendas clásicas.
Las piezas del irlandés JW Anderson recordaron al interior de los hogares, con pelucas grises, imitando los cabellos canosos de las abuelas, que llevaban las modelos.
Para la casa de lujo Burberry, el creador Daniel Lee evocó la elegancia británica, proponiendo prendas para llevar al aire libre, con colores inspirados en la campiña inglesa, verde y gris.
MERCADOS E INMIGRACIÓN
También se pudieron ver vestidos largos y fluidos, como en las transparencias y encajes del turco Bora Aksu, o inspirados en la antigua Roma, en el caso del surcoreano Eudon Choi.
La colección "Broken English", presentada el viernes por la diseñadora británico-nigeriana Tolu Coker, se inspiró en los vendedores ambulantes, en un ambiente que recordaba a los mercados de África Occidental.
La marca Labrum London, del diseñador británico Foday Dumbuya, nacido en Sierra Leona, celebró la diversidad y riqueza cultural aportada por la inmigración.
Algunas de sus modelos llevaban maletas, mientras que otras lucían en su espalda decenas de banderas de países implicados en "movimientos migratorios importantes a lo largo de la historia", incluida la palestina, en un mensaje político y de tolerancia, según el creador.
La 'Fashion Week' londinense tuvo también nombres británicos famosos desfilando por su pasarelas, desde Naomi Campbell en Burberry a una maniquí de referencia de los años 2000 como Agyness Deyn, que vistió las prendas de Daniel Lee.