A medida que los perros envejecen, sus necesidades cambian, y adaptar su alimentación y cuidados se vuelve esencial para mejorar su calidad de vida. Desde dietas específicas hasta suplementos y ejercicios adecuados. Según el Dr. René Alas, cada perro es único, y sus necesidades específicas deben considerarse al diseñar un plan de alimentación o cuidados.
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¿Qué incluir en su dieta?
Según el artículo publicado en ¨semana.com¨, una dieta adecuada para perros senior debe ser rica en proteínas fáciles de digerir, como pollo, pavo y pescados blancos, que ayudan a preservar la masa muscular. Además, las verduras, hortalizas y frutas aportan antioxidantes esenciales para retrasar el envejecimiento celular.
Es importante ofrecer alimentos blandos, ya que los perros mayores suelen tener dificultades para masticar debido a la pérdida de dientes o encías inflamadas. Por ejemplo, un caldo de verduras, carne o pescado, sin sal ni grasas, puede ser una excelente opción para complementar su dieta.
Los suplementos también desempeñan un papel clave. Entre los recomendados están la glucosamina y el sulfato de condroitina, que favorecen la salud articular, y vitaminas como la E, B y el magnesio, que contribuyen al bienestar general. "Productos como Karsivan ayudan con la oxigenación cerebral, mientras que opciones homeopáticas como Alzer apoyan el funcionamiento cognitivo", detalla el Dr. René Alas.
Los cuidados clave
La salud de un perro senior debe monitorearse con regularidad. Alas sugiere realizar chequeos médicos anuales, o con mayor frecuencia si el perro ya padece alguna enfermedad crónica.
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En cuanto a la actividad física, mantenerlos activos es crucial, pero debe hacerse con cuidado. Las caminatas a un ritmo moderado son ideales. Es mejor evitar actividades intensas que puedan afectar sus articulaciones, indicó Alas.
Por su parte la médica veterinaria Ana Paola Vera explicó en el artículo publicado en ''semana.com'' que cada perro es único, y sus necesidades varían según su raza, estado de salud y edad. Por ejemplo, las razas pequeñas, como los Jack Russell, son consideradas mayores a partir de los 10 años, mientras que las razas grandes, como el Golden Retriever, lo son desde los 8 años.
No se puede prever una muerte repentina en un perro sano basándose únicamente en cambios de comportamiento o hábitos alimenticios. René aclara que los perros rara vez muestran esas señales. En la mayoría de los casos, fallecen debido a enfermedades crónicas relacionadas con la edad. Por lo que los dueños suelen estar conscientes de su posible desenlace.
Consultar a un veterinario es indispensable para diseñar un plan de alimentación y cuidados que se adapte a las necesidades específicas de tu mascota. No solo garantizarás su bienestar físico, sino que también contribuirás a su felicidad y vitalidad en esta etapa de su vida.