La casa de moda española Loewe, bajo la dirección creativa de Jonathan Anderson, ha destacado por su exploración de las posibilidades que ofrece la ropa, llegando a crear prendas que funcionan sobre la pasarela, pero que en la práctica pueden resultar un poco menos funcionales.
Para la primavera/verano 2023 Jonathan decidió hacer crecer hierba en su colección masculina, una de las propuestas más llamativas de la reciente semana de la moda masculina en París.
El ingenio del diseñador transformó en zapatillas, abrigos y pantalones que germinan, convirtiéndose en verdaderos jardines andantes.
Una colección en la que lo real y lo producido digitalmente; la natural y lo artificial, no sólo conviven sino que coexisten para construir una visión poética del arte de vestir.
Colaboración verde
La colección ha sido creada en colaboración con la diseñadora textil española Paula Ulargui Escalona. El equipo trabajó un proceso que permite crecer plantas en las telas, como lo vimos en sus abrigos y demás parafernalia que desfiló sobre la pasarela de un blanco impoluto.
Al igual que Jonathan, la diseñadora española ve la incorporación de plantas en las prendas como una forma de explorar la relación de la moda y la naturaleza: "Mi objetivo cuando empecé este proyecto era subrayar el regreso a la naturaleza, la necesidad de cuidarla y de hacer una moda más sostenible", afirmó a la prensa internacional.
"Estuvimos cuatro meses probando esta técnica en diferentes piezas, hasta que decidimos qué plantas utilizaríamos y en qué prendas", cuenta Ulargui Escalona a la edición británica de la revista Vogue. El equipo de diseño de Loewe la contactó directamente para que realizara su trabajo: "Fue todo un reto, ya que vivo en España, así que tenía que cultivarlas aquí y luego enviarlas a París en 24 horas. Siempre estaba expectante por saber si seguirían estando en buenas condiciones cuando llegaran".
Finalmente, el equipo eligió las plantas de chía y hierba gatera para la colección, y Ulargui Escalona preparó las semillas en España. Estas se transportaron a París, donde se cultivaron en un túnel específico 20 días antes del desfile, con la supervisión de la diseñadora, que suministró a las plantas todos los nutrientes y minerales que necesitaban para crecer saludablemente.
El arte de vestir
A diferencia de otros desfiles recientes en los que la escenografía se convierte en un distractor, el espacio de Loewe supo darle su lugar a lo importante del evento: la colección, ofreciéndonos una perspectiva casi celestial de los modelos surgiendo entre la luz.
La colección estuvo llena de numerosas promesas de éxitos comerciales, destacaron sobre todo los zapatos deportivos sembrados con hierba. La propuesta, sublime y un tanto extravagante, será comercializada, según adelantó Jonathan tras el desfile.
Para los más atrevidos, la posibilidad de tener su propia ladera verde en la ropa sí llegará a las tiendas Loewe, como lo señaló el director creativo al final del show. Las boutiques ofrecerán las semillas necesarias para que el comprador pueda experimentar con esta novedosa propuesta.
Definitivamente son prendas efímeras, pero viviremos una época gloriosa de experimentación en la que las redes sociales se llenarán de intentos fallidos.
Para no dejar atrás el factor moda, el creador apostó fuerte por convertir los leggings en el próximo imprescindible del armario masculino: en negro, rojo, multicolor y con estampados, pero en cualquier caso elásticos, en colores llamativos y ceñidos a la pierna.
Si en la parte de abajo la ropa era estrecha, las sudaderas y los abrigos fueron voluminosos e incluso en apariencia abultados, en una de las colecciones en las que Loewe más utilizó el cuero, como en las botas totalmente confeccionadas en piel y que parecían globos.