La belleza real o natural son conceptos que actualmente parecen tener auge e influencia en mujeres y niñas, pero que en la cotidianidad o el entorno social parecen ser invisibles. Todo indica que esto sería el resultado de un sabotaje tácito de las redes sociales y, ahora, de la Inteligencia Artificial.
De acuerdo con Claudia Menéndez, psicóloga salvadoreña, “se están siguiendo estereotipos de belleza definidos aún y cuando se sabe que esa imagen es falsa o que puede haber estado retocada, y el problema es que las niñas o mujeres empiezan a caer en patrones nocivos para su salud mental y emocional con el objetivo de conseguir eso que están viendo en redes”.
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Asimismo, señala que la distorsión generada por las redes “con respecto a la percepción de nuestro cuerpo, nos lleva a normalizar la insatisfacción constante con nuestra apariencia. Los microtrends de belleza en estas plataformas perpetúan esta insatisfacción, ya que siempre hay algo que cambiar o mejorar para ajustarse a esas tendencias en evolución”.
Según el estudio “El verdadero estado de la belleza”, que Dove realizó para conmemorar los 20 años del lanzamiento de la primera campaña de “Belleza Real”, 1 de cada 3 mujeres siente presión por alterar su apariencia física; además, 9 de cada 10 mujeres o niñas han sido expuestas a belleza dañina en línea.
La figura del Influencer
A esta problemática, se suma la controversial figura de los influencers.
“Los influencers de las redes sociales son diferentes de las celebridades tradicionales”, explica la profesora Phillippa Diedrichs, quien participó en la realización del estudio.
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“A menudo se presentan como personas más identificables que las celebridades. Pero esta noción de ser una ‘persona común’ o alguien como nosotros se vuelve problemática cuando la creación de contenido de los influencers involucra a estilistas, maquilladores, fotógrafos profesionales, filtros y edición de fotografías. Esto se complica aún más, cuando los influencers utilizan procedimientos cosméticos o mejoras no quirúrgicas para lograr una determinada apariencia. Antes, este tipo de procedimientos y estándares de belleza sólo estaban disponibles para celebridades o personas con mucho dinero, ahora son mucho más asequibles en muchos países, lo que hace que estos estándares de belleza poco realistas parezcan de alguna manera más accesibles”, acotó Phillippa.
Aunque parezca un tema trillado, la distorsión de la realidad también impacta en los estilos de vida. “El 48 % de las mujeres y el 42 % de las niñas se sienten mal consigo mismas cuando comparan su vida con imágenes de sus amigos en las redes sociales. El 64 % de las mujeres y el 68 % de las niñas con baja autoestima se sienten así (en comparación con sólo el 24 % de las mujeres y niñas que tienen una alta estima corporal)”, indica el estudio.
La sombra de la IA
Con la llegada de la inteligencia artificial (IA), se ha generado un debate sobre la autenticidad y la naturalidad de la belleza. Vale destacar que la IA utiliza los algoritmos de belleza para eliminar imperfecciones y realzar los rasgos faciales.
La investigación de Dove resaltó que 41 % de las mujeres y el 44 % de las niñas sienten que los avatares en los videojuegos o la realidad virtual están impactando negativamente en la forma en que las personas perciben su apariencia.
Sin embargo 1 de cada 4 mujeres (28%) y casi 1 de cada 2 niñas (41%) están de acuerdo en que poder crear diferentes versiones de uno mismo usando IA es algo que les ayuda a empoderarlas.
“Si escribes en IA: ‘la mujer más bella del mundo’, lo que refleja es una mujer con características muy europeas. Blanca, ojos claros, pelo rubio, delgada. Entonces te está marcando que ese es el estereotipo ideal de la belleza de una mujer”, alertó la psicóloga.
En ese sentido, Menéndez insta a ser más críticos con lo que se consume a través de las redes, y desde nuestro entorno ser agentes que promuevan la aceptación. “Aceptemos todos los detalles, todas las características, que eso es lo que nos hace únicos. A vivir sin esos esquemas de filtros, retoques y cirugías plásticas”, puntualizó.