La casa de moda parisina Dior presentó este lunes su nueva colección Haute Couture otoño-invierno 2022/23, que hace honor a los paisajes bordados por la artista ucraniana Olesia Trofymenko y sirven como punto de partida de las prendas diseñadas por Maria Grazia Chiuri.
La pintura y el bordado dan una carga emocional a esta colección que es símbolo de diferentes culturas y mitologías lejanas, así lo narra la diseñadora en las notas del desfile.
“Se trata de plasmar materiales y formas como un espacio de reflexión, permeable a la realidad social en la que vivimos; se trata de recordar lo que significa ser humano hoy. Gestos transmitidos, aprendidos y siempre perfectibles”, reza el comunicado.
Maria Grazia Chiuri, directora artística de las colecciones femeninas de Dior, hizo hincapié en la sobriedad y el refinamiento de la nueva colección. Colores naturales, materiales mates, bordados sofisticados y patchwork de encaje hacen relucir el toque artesanal de las prendas.
Un mundo de detalles
Las ramas, el tronco, las raíces del árbol de la vida. Una visión que se presenta libremente en varias prendas gracias a la profusión de suntuosos bordados realizados con hilos de algodón, hilos de seda e hilo.
Los matices beige a veces se acentúan con un toque de negro o azul. Estos bordados, que requieren el tiempo necesario para lograr la máxima excelencia, se implementan en tejidos de algodón, crepé de lana, seda y cachemira.
Los vestidos están adornados con patchworks de trenzas compuestas de encaje y guipur bronce y negro. La gasa de seda fue seleccionada para los vestidos largos y vaporosos que siguen las líneas del cuerpo en un virtuoso juego de blusas.
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Los materiales reinterpretan la silueta New Look, emblema de Dior: la chaqueta Bar se distingue por el tejido fruncido verticalmente y la falda está estructurada por cintas que forman un corpiño.
Los tejidos realizados a mano exhiben preciosas texturas irregulares en prendas que desvanecen todos los dobladillos. En otros lugares, las gabardinas anchas bordadas de seda o algodón se asocian con vestidos largos.
Esenciales de la colección
La quintaescencia de esta colección es un vestido largo, aparentemente sencillo, pero plisado, que tardó dos meses en confeccionarse. "Cuanto más trabajo, más invisible", señala Chiuri.
El espíritu que guió esta colección "es complejo: el covid aún no terminó y hay una guerra en Europa. Soy sensible respecto a todo lo que nos pasa", explica la creadora italiana a la prensa europea. "Es muy importante permanecer positivos", agrega.
Chiuri invitó a la artista ucraniana Olesia Trofymenko, de 39 años, para imaginar y crear la decoración del desfile, celebrado en el museo Rodin de París. La primera vez que vio sus obras fue en Roma, la capital italiana, tras el inicio de la invasión rusa de Ucrania, el 24 de febrero.
"Me llamaron la atención sus imágenes, que muestran un deseo de renacer a pesar de la guerra", dice. Precisamente las colección resuena como un himno a la vida, el renacimiento y la alegría.
La directora artística quería algo "con vida", recuerda Trofymenko ante los medios previo al desfile, en el que las modelos pasan frente a gigantescos y coloridos paneles bordados realizados a partir de una fotografía del patio de su casa de campo donde se refugió durante la guerra. "Mi primera reacción fue '¿saben lo que está pasando?', pero al final está bien mostrar la belleza de la cultura ucraniana frente a las imágenes de los horrores de la guerra", dijo.
