En medio de la penumbra que trajo consigo la pandemia de COVID-19, surgió una chispa de creatividad que iluminó el mundo de la moda salvadoreña. Y aunque en el 2020 la incerti- dumbre reinaba, una joven visionaria y comprometida con su país identificó una oportunidad con impacto.
Hablamos de Andrea Poma, la mente maestra detrás del proyecto fashionista bautizado como “Candela” y que es un claro ejemplo de que, incluso en los tiempos más desafiantes, el in- genio puede ser la semilla de un emprendimiento exitoso y significativo.
“La idea nació en el COVID, cuando todos estábamos en casa y había este trend de que todo el mundo usaba hoodies (sudaderas), ropa para estar en casa. Entonces, pensé que esta era una oportunidad para crear una marca de eso y mientras lo es- taba haciendo me di cuenta de que eso era algo que no estaba alineado con el propósito que yo siempre llevo, que es poder ayudar a mi país y trabajar con gente de aquí. Especialmente con mujeres y personas que viven en situaciones de riesgo”, explicó Poma.
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En ese sentido, la joven visionaria redireccionó su idea. “Me dije: ‘Tengo que cambiar todo el modelo de negocio’, porque no me sentía inspirada por lo que estaba haciendo y entonces decidí investigar sobre las prácticas artesanales de el país. Y entre más hablaba con gente, me daba cuenta de que era muy difícil encontrar artesanos”.
Y fue precisamente la paulatina extinción de las técnicas artesanales, lo que le inyectó propósito a su proyecto “Candela”. “Me di cuenta de que las cosas están desapareciendo. Mientras más pasa el tiempo, menos personas están invirtiendo en estas prácticas. Menos gente está aprendiendo a hacer telar, a trabajar con mostacilla, ha hacer tintes naturales, a hacer sombreros con palma, a tejer hamacas y yo dije: ‘Mi proyecto tiene que ser para preservar estas prácticas artesanales’”, enfatizó.
A partir de ahí, Poma tuvo claro su objetivo: “A través de ‘Candela’, nuestra misión es preservar estas prácticas artesanales y también trabajar junto a los artesanos para darles a ellos un escenario para presentar su talento a nivel mundial”.
“Candela” nace de la unión de creatividad y cultura. “Nos dedicamos a la creación de piezas artesanales salvadoreñas hechas a mano, bajo un modelo de comercio justo, donde priorizamos el consumo ético, la inclusión y la identidad”, destacó la joven empresaria.
Asimismo, manifestó que “el alma de ‘Candela’ son nuestros artesanos. Reconocemos su talento y su labor como creativos y portadores de conocimientos y técnicas ancestrales”.
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“Candela” está respaldada por el increíble y prodigioso trabajo de las manos de artesanos de Cojutepeque, San Sebastián, Tenancingo, San Salvador, Panchimalco y Santa Ana.
“Buscamos el beneficio de las comunidades en el ámbito social, cultural, económico y medioambiental. En un mundo donde la moda es acelerada y se produce en masa, creamos accesorios únicos que guardan memoria”, afirmó Poma.
Colecciones inspiradoras
Bajo el concepto de que las personas vistan historias de cultura, “Candela” ha innovado con propuestas de moda que incluyen pulseras hechas con mostacilla, sombreros de palma y kimonos. “Cada producto ‘Candela’ es un homenaje a nuestros orígenes”, subrayó la compatriota.
En cuanto al diseño de las pulseras, la salvadoreña explicó que están inspiradas en la danza indígena y que todas tienen un significado. “Hay una pulsera de lobo que significa liderazgo, también tenemos todos los Nahuales mayas. Tratamos de preservar esa cultura de nuestros antepasados y celebrarla a través de esta joyería”, aseguró.
Las piezas de ropa están confeccionadas con tejidos de San Sebastián y Panchimalco. “Hacemos como una intervención, usando telas naturales como el lino y el algodón, con telas artesanales tejidas en telares. Los diseños son prendas rústicas bohemias, relajadas, bien orgánicas, que es la esencia de ‘Candela’”, describió.
La marca también incluye audaces Kimonos. “El diseño no es típico, es una sinergia entre lo artesanal, lo moderno y lo bohemio, para crear algo que la gente pueda usar. Queremos enseñarle a la gente que lo artesanal es algo que se puede usar to- dos los días para que no tengan miedo de experimentar con las diferentes telas y los diferentes colores”, argumentó.
Hasta el momento, “Candela” ha lanzado dos colecciones, una de joyería llamada “La ceiba”, que son las pulseras de animales y los Nahuales Mayas; y la colección de ropa y accesorios llamada “Floración Pancha”.
“‘Floración Pancha’ busca celebrar el Festival de las palmas y flores en Panchimalco. Son bolsos artesanales con tejidos de Panchimalco y están hechos de flores y tienen los colores vivos de Panchimalco. Esas piezas se las dimos a las participantes de Miss Universo. También lanzamos la ropa con los tejidos de San Sebastián”, explicó.
Sobre la experiencia de “Candela” con el certamen de belleza de Miss Universo, Poma exalta las similitudes conceptuales: “‘Candela’ guarda un lugar especial en la identidad que tenemos como país. Al igual que nosotros, las candidatas de Miss Universo son portadoras de cultura. Nos honra que hayan venido a El Salvador y nos hayan compartido su historia y su mensaje. Nos unes el amor a nuestras raíces y el deseo de honrar nuestro legado. Valoramos la representación de las misses este año porque nos recuerdan las diversas formas de ser mujer”.
Además, del invaluable trabajo de los artesanos, la marca cuenta con un equipo conformado por Alejandro Sol, encarga- do de la dirección de redes sociales, Julieta Melgar, diseñadora gráfica, y Patricia Cativo, diseñadora de productos. Junto a ellos, Andrea Poma continúa impulsando su propuesta de moda con “propósito”, que a su juicio “es una obra auténtica que contribuye a iluminar el camino de cada persona que forma parte de nuestro equipo y que dan vida a nuestra marca”.