Creo que es necesario comenzar aclarando algunas ideas esenciales para que todos estemos en sintonía. Empezando por el concepto de comida rápida, el cual es un estilo de alimentación donde el alimento se prepara y sirve para consumir rápidamente en establecimientos especializados, generalmente callejeros o a pie de calle.
Algunos sitios en internet coinciden en que el primer restaurante de comida rápida se abrió en la ciudad de Nueva York, en 1912.
Este sería el comienzo de un gran cambio en la temática del negocio hostelero. En este primer “automat”, un pequeño local con una ventanilla, la gente podía ordenar y recoger su comida para comerla en las inmediaciones del local, o por el contrario llevar su comida a domicilio.
Con la llegada de los populares “drive-through” en los años 1940 en Estados Unidos, periodo en el que se hace muy popular servir comidas sin necesidad de salir de un vehículo, el concepto comida rápida se instala en la vida de Occidente.
Todas las regiones del mundo tienen sus propios platillos que entran en esta categoría. Algunos se han popularizado con más fuerza que otros, como es el caso de las hamburguesas, la pizza y los hot dogs.
Después de generaciones disfrutando todos estos placeres que componen la llamada “fast food”, los comensales nos hemos vuelto mucho más exigentes.
No hay por qué renunciar a ninguno de estos platillos, pero sí exigir que la calidad de los productos se diferencie del resto de las opciones. Justo en ese punto nace el “fast food gourmet'', un concepto de cocina con ciertas notas revolucionarias, que gana cada vez más adeptos en la escena gastronómica local.
Algunos de los puntos clave de este tipo de comida
El “fast food gourmet” es un concepto que busca la máxima calidad de los platos y una presentación que vaya más allá de una simple hamburguesa o hot dog. Este tipo de comida también está pensada para disfrutar de una forma más relajada que la comida rápida, precisamente por el cuidado y el empeño que se le aporta en todo el proceso de elaboración.
Uno de los principales problemas que presenta la comida rápida es que, en ocasiones, las materias primas no son de la mejor calidad. El “fast food gourmet” presta especial atención a las materias primas, lo más básico para que un plato sea de diez, y por eso apuestan por ingredientes de mayor calidad. De esta forma, podremos disfrutar de una hamburguesa con una carne sabrosa de la mejor calidad.
La comida rápida se nutre directamente de la cocina americana, una gastronomía que a su vez se inspira en platos procedentes de diversos rincones del mundo. Una de las grandes diferencias con la comida rápida es que el “fast food gourmet” se nutre de otras tendencias que están mucho más en alza, como la gastronomía asiática: se añaden muchas más especias, nuevas salsas, nuevos cortes que realzan el sabor de la carne y preparaciones más delicadas con las que disfrutar bocado a bocado.
Los paladares más exigentes estarán encantados catando un tomate deshidratado en lugar de un tomate fresco clásico o un pan elaborado directamente en el restaurante o en una panadería vecina. Otra de las esencias de esta cocina es que se adapta a las materias primas que tenemos cerca, sacando el máximo partido a los productos locales y de cercanía.
Las opciones en El Salvador
El “fast food” fue creado para comer a pie de calle, pero este nuevo modelo gourmet está pensado para disfrutar en un restaurante, por muy informal que sea el plato. Por eso, los espacios dedicados a esta nueva moda, intentan crear un ambiente casual y agradable donde comer al lado de tus amigos o de tu familia.
En un momento en el que la reivindicación de lo rico y de calidad no pasa por platos complejos sino por la simpleza, el uso de productos frescos y de estación y también, por conocer la mano de quién está detrás de la obra, hay una parte del menú popular que pierde su estigma.
Esta idea respeta los procesos de elaboración que requiere cocinar productos: amasar el pan, cortar y picar la carne, pelar y cortar las papas… todos estos detalles marcan realmente la diferencia.
Así, la antes denostada categoría de “comida al paso”, renace en versiones gourmet, con cocineros jóvenes detrás y espacios modernos que, en muchos casos, son los nuevos reductos favoritos para los “sivar foodies”.
Te presentamos algunas opciones que demuestran que hoy una comida rápida puede ser una verdadera experiencia gastronómica.
Hamburguesas irresistibles
Si hay un producto que representa la comida rápida como ningún otro, ese es sin duda la hamburguesa. Lo que pudiera parecer un simple bocadillo de carne, algunos locales lo han elevado a una categoría superior. Si eres amante de las burgers, hace ya tiempo que podemos disfrutarlas con casi cualquier ingrediente, pero en Alebrijes, con un restaurante en Antiguo Cuscatlán, son expertos en ingeniosas fusiones de sabores donde combinan por ejemplo, carne preparada al momento en su propia parrilla, con jalapeños, cebolla confitada, salsa sriracha o alioli.
Pizza con masa madre
Otro de los locales que hace su versión de comida rápida en San Salvador es Canotto pizza napolitana, ubicados en Ciudad Merliot. Con una clara inspiración napolitana, han diseñado un menú, reducido pero apetecible, de pizzas artesanales a base de masa madre. Entre las que destaca la Serrano, preparada con mozzarella, jamón serrano, pera asada, arúgula y crema de vinagre balsámico.
Hot Dogs con estilo
El hot dog o perro caliente se ha convertido en unos de los bocadillos más populares. Siempre en Antiguo Cuscatlán, encontramos Docho’s, un restaurante diferente para amantes de las salchichas. De su menú cabe destacar el Waikiki, un hot dog con notas tropicales, incluye cebolla y piña salteada con salsa chipotle, un verdadero deleite al paladar.
Tacos con ritmo callejero
Con poco menos de un año de haber abierto sus puertas al público, Chirpys se ha hecho la buena fama con sus sabores mexicanos de corte callejero. Las propuestas mezclan los ingredientes a los que ya estamos acostumbrados pero con toques de modernidad y un resultado siempre sorprendente. Situado en San Salvador, sobre Avenida La Capilla. Lo ideal es arrancar la comida con unos Cochinachos: media libra de nachos caseros queso cheddar, chili con carne, (puede ser carnitas, pastor o pollo) pico de gallo, guacamole, crema y queso rallado.