La muerte del general Carlos Eugenio Vides Casanova me provoca sentimientos encontrados. Sin duda, el general fue parte de una dirigencia militar responsable de sistemáticas violaciones a los Derechos Humanos. Por esto, durante la guerra, lo atacamos. En la Radio Venceremos, nos referimos a él sólo como “general tutti-frutti Vides Casanova”, tratando de popularizar este apodo machista entre las tropas del ejército. Fue parte de la campaña de guerra psicológica que mantuvimos contra todos los principales jefes militares, incluyendo el anterior ministro de defensa José Guillermo García, a quien lamamos ”la chancha loca”. Fue parte de la guerra. Enemigo era enemigo y había que atacarlo y tratar de restarle autoridad. Pero la guerra terminó.
Incluso durante la guerra me di cuenta de que el general Vides Casanova fue considerado por muchos en la Fuerzas Armada como uno de los jefes moderados. Será por esto que cuando Álvaro Magaña asumió como presidente interino, lo escogió para sustituir al general García, quien hasta para Washington pareció insostenible por su record de guerra sucia. Igual seguimos atacando a Vides Casanova, como a cualquier miembro del Alto Mando militar. Había que hacer la guerra hasta el día que terminara.
Magaña y Washington querían como ministro de defensa a alguien que había apoyado al enfoque reformista que ellos habían promovido. Este alguien fue Vides Casanova, quien era amigo de Napoleón Duarte y había apoyado sus intentos de establecer el diálogo con el FMLN.
Luego de la guerra conocí personas que contaron que por lo menos en ciertos casos, Eugenio Vides Casanova había tratado de evitar violaciones a los Derechos Humanos. A un dirigente opositor detenido, a quien estaban al punto de asesinar, le salvó la vida facilitando su salida del país. Esto ciertamente no lo absuelve de la otra verdad: Como jefe de la Guardia Nacional y luego como Ministro de Defensa formaba parte de un régimen que cometió sistemáticamente violaciones a los Derechos Humanos. No me consta que haya usado su poder para oponerse a la guerra sucia, para erradicar las prácticas de tortura o para desmantelar los escuadrones de la muerte. Pero tengo que agregar: Tampoco me consta que usó su poder para organizar o dirigir estos crímenes.
Hay personas honorables que hablan bien del general Vides Casanova, incluyendo oficiales jóvenes que formaron parte del golpe militar del 1979. Lo vieron como aliado y fueron ellos que lo hicieron jefe de la Guarda Nacional. Y hay otros, igualmente honorables, que lo acusan de crímenes de guerra, aplicando la doctrina de la cadena de mando, que dice que un jefe militar, aunque no haya directamente ordenado crímenes de guerra, es responsable por cualquier crimen que unidades bajo su mando hayan cometido.
Yo no soy partidario de esta doctrina. Si la aplicamos a nuestra historia, habrá que tratar a todas las dirigencias, tanto de la guerrilla como del ejército, como criminales de guerra. Y esto ciertamente sería injusto e incompatible con el intento de reconciliación..
A treinta años de haber terminado la guerra, negociando la paz entre enemigos, yo le doy a Eugenio Vides Casanova el beneficio de la duda. Como nadie ha comprobado que él haya participado en crímenes de guerra, no puedo verlo como criminal, sino como uno de tantos ex enemigos, con el cuales hemos hecho la paz.
En este sentido, expreso a su esposa Lourdes y toda su familia mis condolencias por la muerte de un soldado. En esta ocasión tiene un sentido especial decir: Descanse en paz, porque entre todo hicimos esta paz.