Con dolor se recibió la noticia de la muerte del Licenciado Roberto Murray Meza, economista, empresario y filántropo salvadoreño, que deja tras sí un legado de buenas obras, liderazgo en muchos campos y valiosas enseñanzas para una nación que continuamente enfrenta desafíos, que va tras soluciones para la difícil problemática que atraviesa.
Roberto Murray Meza fue presidente del grupo Agrisal con inversiones en múltiple campos, incluyendo el automotriz; en La Constancia, la primera fábrica de cerveza en el país, así como en diversos proyectos de beneficio social.
Don Roberto, conocido por amigos y familiares como “Bobby Murray”, mostró su calidad empresarial y social desde muy joven, cuando presidió La Constancia y fue uno de los fundadores en 1983 de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), importante tanque de pensamiento desde donde promovió la participación social y propuestas de desarrollo nacional de parte del empresariado, de quienes generan empleo, bienes de consumo. Fue además presidente de TACA (ahora Avianca), de Cementos de El Salvador, de AFP Confía y, en los últimos años, del Grupo Agrisal.
Innumerables vidas en El Salvador fueron tocadas por el fecundo ingenio de Roberto Murray Meza. Su sensibilidad social y humana se manifestó en el decidido apoyo a obras en favor de la educación, como la Universidad Don Bosco y otras instituciones de enseñanza, así como al presidir la Fundación Empresarial para la Acción Social (Fundemas), de la que fue fundador y la cual se dedica a la promoción de prácticas de responsabilidad social empresarial.
No hubo campo de actividad en el país y en la región, que no recibiera aportes de ideas y frecuentemente de asistencia para llevar a cabo su labor, sobre todo entre la juventud, a la cual don Roberto instaba a fortalecer su creatividad y fe en el país.
En pocas palabras, estamos hablando de un hombre que tenía la humildad para sentarse a platicar con un niño de 17 años de una escuela pública y al mismo tiempo esa misma tarde hablar de estrategia y negocios con un hombre de enorme importancia internacional empresarial. Y tenía la gentileza de sentar a su lado a un humilde fotógrafo de este periódico y al mismo tiempo ser consultado por mandatarios e intelectuales.
“… hay hombres que luchan toda la vida… esos son los imprescindibles…”
A través de la Fundación Rafael Meza Ayau, don Roberto se dedicó a realizar importantes donativos a organizaciones humanitarias, así como también a hospitales públicos.
Por sus múltiples aportes al país recibió el reconocimiento Jaguares de Centroamérica, que le entregó en 2017 la revista Forbes por su trayectoria como empresario en El Salvador y en la región. Pero con humildad dijo: “Este día no están premiando a Roberto Murray Meza, sino a las personas que a lo largo de mi vida han sido claves para que yo pudiera desarrollarme y servir a mi país desde los diversos sectores en los que he tenido el privilegio de encontrarme”.
“Vivir en El Salvador me hace muy feliz. Sentir que sirvo de algo y que puedo contribuir con buena voluntad y creatividad a encontrar nuevas soluciones… El reto de las nuevas generaciones será siempre el de compartir valor, crear oportunidades y solidarizarse con aquellos que más lo necesitan”, declaró hace un tiempo a la revista Estrategia & Negocios.
Con dolor, lágrimas en el corazón, despedimos a un hombre de bien, que deja profunda huella en esta tierra nuestra, y patentizamos nuestro pesar a su esposa (quien siempre se mantuvo a su lado), hijos y demás familia…