En Venezuela, por obra del chavismo, hay una aguda escasez de todo, de pan, medicinas, vestuario... lo que más y más obliga a la gente a buscar en basureros o simplemente emigrar, una realidad que contrasta con el opulento tren de vida de los miembros de la narcodictadura, cuya consigna es "mientras estemos bien lo que pase la gente no nos afecta ni nos importa...".
Una señal del despilfarro a su favor es el avión de Maduro, un Dassault Falcon 900 cuyo valor es de13 millones de dólares, incautado en República Dominicana al lado de otra aeronave... Como no puede hacer más, la dictadura ha amenazado con ordenar la captura del presidente de Argentina, Javier Milei, por el decomiso de otro avión venezolano-iraní que estuvo retenido en Buenos Aires desde junio de 2022 y fue enviado a Estados Unidos en febrero de 2024.
A los dictadores no les importan el dolor y las penurias que pase la gente mientras ellos estén bien, puedan comprar tierras, aeronaves de lujo, contar con un ejército de guardaespaldas...
¿Cuál es el remedio del que echan mano cuando falta el dinero? Simplemente despedir gente de instituciones estatales, como ocurrió la semana anterior al despedir casi trescientas personas de oficinas estatales, que de la noche a la mañana se ven privadas de sus ingresos en un momento cuando como resultado de las ocurrencias del señor hay un agudo desempleo. A los más "afortunados" les han prometido indemnizarlos, pero en otros casos no les han dado nada y podemos imaginar a dónde fueron parar esos dineros. Pero si la dictadura en Venezuela, en Nicaragua o en este suelo está súper-bien, lo que la gente pase no les importa.
¿Que hace falta dinero para comprar extensas tierras en Maracaibo o en Sonsonate? Hay que ver qué presupuestos pueden recortarse o dónde hacer más despidos: así fue como nos quedamos sin las casas de la Cultura, sin la Sinfónica y el Coro Nacional y sin reconstruir las 5,150 escuelas que se prometió hace dos años, entre ellas el centro escolar del caserío Potrerillos del cantón San Francisco Iraheta, Ilobasco, Cabañas, cuyos alumnos no disponen de sanitarios siquiera. "Ese es problema de ellos" deben de pensar los funcionarios cian, pues bien pueden sus padres hacer un agujero en el suelo y ponerle láminas alrededor.
Se dice que los despidos de centenares de empleados públicos son para "quitarle grasa al Estado" --eso se argumenta siempre-- y "sanear las finanzas gubernamentales" en cumplimiento a exigencias de organismos internacionales, pero muchos, como Santo Tomás, esperan "ver para creer", al igual que el "milagro salvadoreño" que se anunció la semana anterior y que permitiría presentar un presupuesto general de la Nación "financiado", de lo cual se duda en vista de lo archiendeudado que está El Salvador.
La otra realidad es que detrás de los despidos hay personas y familias que se ven afectadas, por lo cual no es justo que el dinero que se dice que se ahorrará se siga destinando al despilfarro y los gastos cuyo propósito se clasifica o "reserva" para que no tengan que rendir cuentas.
¿A cuál otra entidad de gobierno le caerá el garrotazo de despidos?
Lo probable es que estén analizando en qué institución pública pueden echar más gente a la calle, lo que obliga a todos los potenciales afectados a ahorrar en lo que puedan, a tener una reserva de alimentos que no necesiten cocinarse.
El pelo en la sopa, como lo ha señalado nuestro columnista Paolo Lüers, es la grabación que dejó Alejandro Muyshondt ya en manos de Infobae y de las Naciones Unidas.
Cada cierto tiempo padres y familiares denuncian que pese a que se ha decretado una orden de libertad para uno de sus seres queridos, el carcelero mayor, señalado junto a su madre en la lista Engel como corrupto, se niega a acatar la orden, lo que ha sido cuestionado por la representación de Estados Unidos en nuestro país sin recibir respuesta, pues es una manera de mantener un gran miedo en la población...
El pobre joven está enfermo y la respuesta, cargada de sarcasmo, es que está bien atendido en la "unidad de salud" de la cárcel, allí donde la tortura es lo cotidiano, según relatan llenos de espanto los que logran salir con vida... Pero mientras el señor "esté bien", lo demás no importa...