El papa Francisco aseguró el pasado viernes que es clave recuperar “el alma europea” y denunció un “infantilismo bélico” en plena guerra en Ucrania y con el auge del nacionalismo como telón de fondo.
“Es esencial volver a encontrar el alma europea: el entusiasmo y el sueño de los padres fundadores”, que lograron generar “diplomacias capaces de recomponer la unidad, en vez de agrandar las divisiones”, dijo el sumo pontífice en una visita de tres días a Hungría.
“En general, parece que se hubiera disuelto en los ánimos el entusiasmo de edificar una comunidad de naciones pacífica y estable”, alertó.
Asimismo, sostuvo que la política mundial pareciera buscar “enardecer los ánimos más que resolver problemas”, con lo que olvida “la madurez que alcanzó después de los horrores de la guerra y retrocediendo a una especie de infantilismo bélico”, lo que para nosotros es una referencia al origen de la agresión a Ucrania, que es “el sueño” de un desquiciado mental, Putin, de reconstituir el despanchurrado imperio soviético, como en su momento lo dijo el embajador de la dictadura china en Francia, que luego fue obligado a retractarse.
Los meneos de Xi y de dictadores de su calaña tienen como propósito salvar el pellejo de Putin, mantenerlo en el poder, evitando asimismo que las familias de las personas que ordenó que asesinaran, al igual de los que ha condenado a largas condenas de cárcel, lo demanden y exijan que sea encarcelado y ejecutado.
Las largas y abominables condenas a veinte, treinta años de cárcel de disidentes fueron y continúan siendo lo “usual” en Cuba al entronizarse el marxismo, como es ya “normal” en nuestro país, donde a los que por una u otra causa encarcelan sin examinar si hay justificación para hacerlo:
“Los que entren no verán el sol jamás y pasarán hambre” viene repitiendo el carcelero mayor de la dictadura en nuestro suelo, como en parte fue denunciado por los vecinos de la construcción de una casa de playa supuestamente para una amiga de su madre por reos “en fase de confianza” que portaban grilletes electrónicos y a quienes, durante el día que laboran no les dan de comer, lo que comprueba el grado de deshumanización que ha hecho presa de la dictadura.
No les dan de comer a los reos, lo que lleva a la grave interrogante que las personas que piensan se hacen: si el país encara un faltante de ocho millones de toneladas de granos ¿cómo es que va a alimentarse a los salvadoreños, dado que no parece que haya grupos que estén preparados para dar ese dinero habiendo otros países y regiones más urgidas de comida que el nuestro, como es Sudán, arrasado por la rivalidad de dos trogloditas que se disputan el poder?
Las “fábricas de ocurrencias” no satisfacen la enorme demanda
Para contribuir a solucionar el problema de los que huyen de dictaduras, tanto Perú como Chile están dispuestos a acoger a grandes números de ellos. Y en el caso de Perú, que cuenta con un enorme territorio prácticamente despoblado, esos inmigrantes serán un significativo aporte para su crecimiento económico.
Ocurrencias, ocurrencias, ocurrencias, ocurrencias… las “fábricas de ocurrencias” no dan abasto para surtir a Rusia, China, El Salvador, Nicaragua, Venezuela y ahora Colombia…