Cada año ofrece nuevas oportunidades, pero acarrea asimismo el lastre de pasados errores, desgracias y a lado de logros personales, lo que cada uno dejó de hacer, por lo que muchos el primero de enero se prometen a sí mismos corregir fallas en sus actitudes, dejar de lado o reducir malos hábitos.
Dejar de fumar, reducir la ingesta de alcohol o eliminarla, ser más afectuoso con la pareja y sus niños, además de ayudarles a salir bien con sus notas y despertarles el deseo de superarse siempre, a lo que se suma una advertencia muy, muy importante para todo padre: procurar que sus niños no prueben una sola gota de licor, sea ron, vino o cerveza, antes de la mayoría de edad, ya que está comprobado que niños y jóvenes que nunca prueban licor, tienen muchísimo menos riesgo más tarde de caer en excesos, los que suelen ser usuales en universitarios y al socializar con otros.
El 2024 encuentra al país con presupuestos ilusorios, el crédito nacional por los suelos, casi nula inversión foránea y el régimen saqueando los ahorros de los trabajadores, de la gente de trabajo a quienes promete (siempre promete, promete, promete... pero prácticamente nunca cumple a menos que se trate de enaltecer la figura del “hombre fuerte”), promesas que muchos en este suelo dan como válidas.
Pero la realidad encuentra a la mitad de los salvadoreños en la pobreza, teniendo dificultades para sostenerse y sostener a su familia, un problema que nos llevó a proponer que en lo posible quienes puedan y las mismas comunidades siembren huertos, desde vegetales hasta maíz y frijol donde tal cosa sea posible.
Como venimos señalando, El Salvador enfrenta un déficit de ocho millones de quintales de granos sin que hasta el momento se sepa si va a reducirse sustancialmente o pasaremos hambre, como sucede a tantos pueblos en el Medio Oriente y África, más a causa de la no provocada agresión del criminal de guerra Putin a Ucrania, lo que afecta gravemente las exportaciones de granos.
Una de las inesperadas consecuencias de la guerra entre Israel y Hamas es que la agricultura israelita ha sido muy afectada, lo que obligara al país a importar alimentos.
Lo que más y más está haciendo falta en el Segundo y Tercer mundos son precisamente alimentos, lo que entre otras cosas está alentando el cultivo de algas y otras especies comestibles en el mar.
Está en manos de cada uno smejor en el 2024 que en 2023
Llegado el nuevo año, cada persona debe analizar, en la forma más realista posible, su condición, la de su entorno, sus posibilidades de conservar o encontrar empleo y preguntarse lo que puede como individuo ofrecer a empleadores o si tiene otras opciones, entre ellas emprender nuevos negocios del tamaño que estos sean o especializarse en oficios.
A Dios gracias, en muchos campos como la medicina, la tecnología, los diversos campos del saber, la innovación de materiales, la humanidad ha ido progresando, por lo que cada uno, en la medida de sus posibilidades, debe esforzarse para ser parte de ese avance.
En los albores de la historia la gente no vivía más de treinta, treinta y cinco años: ahora el promedio es muchísimo más alto, por lo que debe cada uno hacer el esfuerzo para aprovecharlo...