Joaquín Sorolla, el gran artista valenciano y universal, pintó a un grupo de niños con deformidades que se bañaban desnudos en el mar y tituló la obra “Pobres seres”; en esa época era muy poco lo que se podía hacer para personas con tal clase de impedimentos, lo que obligaba a la mayoría de ellos a mendigar o vivir de caridades.
En la actualidad, a Dios gracias, jóvenes y personas que nacen con piernas o brazos deformes o sin ellos, que están confinados a sillas de ruedas… una mayoría significativa logra llevar vidas con sentido e inclusive tener sus propias familias, ser buenos deportistas.
Con frecuencia se ven competencias de basquetbol y otros deportes con los participantes moviéndose ágilmente en sillas de ruedas o en el suelo, lo que encierra una gran lección para todos: si personas con serias limitaciones pueden sostenerse a sí mismas, es una vergüenza que haya quienes con todos sus miembros en orden no sean capaces de salir adelante y anden siempre pidiendo que “se les ayude”.
Hay quienes perdieron sus manos manipulando explosivos pero que al recibir miembros artificiales logran recomponer sus vidas, lo que ahora se presenta en cantidades enormemente dolorosas con soldados ucranianos al igual que rusos que han sufrido graves heridas o perdido miembros en combate, como lo expusimos en una nota hace pocos días: los rusos lisiados y heridos en la demencial agresión a Ucrania sufren traumas de toda naturaleza que con frecuencia les cuesta mucho superar.
El criminal de guerra Putin no corre ninguno de los riesgos de la carne de cañón que manda al frente, como tampoco expondrán “el pellejo” los soldados y civiles que el dictador Xi Jinping piensa enviar en una invasión a Taiwán que desde ya describe como un evento donde se verterá “mucha sangre”. Pero no será ni la suya ni de nadie en la dirigencia del Partido Comunista Chino, a diferencia de los tiempos cuando reyes y grandes guerreros iban al frente de sus tropas, como lo hizo el emperador Napoleón y el conde Joseph Radetzky von Radetz, que venció en una batalla a Napoleón y en cuyo honor Johann Strauss escribió una hermosa marcha…
En muchas escuelas, institutos y lugares de trabajo se facilita la labor de los que sufren incapacidades, como es el caso de la Escuela de Comunicaciones Mónica Herrera, premiada por ser el centro de educación superior en nuestro país que más facilita a estudiantes y personal con discapacidades, desplazarse y poder asistir a sus cursos y capacitaciones.
Ser fanático, alimentar odios, sufrir vicios es peor que las limitaciones físicas
Todos, en la medida que podamos, tenemos el deber de ayudar a personas mayores, que sufren de la vista o que les cuesta desplazarse, a cruzar una calle, a bajar escaleras, a leer rótulos…
Como se dice, no debe nadie, en lo posible, finalizar su día sin haber hecho algo bueno o caritativo.
Ser supersticioso, alimentar odios, ser intolerante a ideas o posturas ajenas, sufrir vicios como el tabaquismo o el alcoholismo es prácticamente igual, o peor, que sufrir impedimentos físicos pues literalmente esas personas acarrean en sí mismas demonios que no les dan paz ni sosiego en ningún momento de su existencia…