Cincuenta y un personas murieron asfixiadas dentro de un furgón en San Antonio, Texas, después que los camioneros, traficantes de personas que buscaban entrar ilegalmente a Estados Unidos, los abandonaran a su suerte, seguramente al saber o suponer que más adelante habría un retén policial.
Se informa que tres individuos han sido ya apresados por las autoridades, pues un vehículo de tales dimensiones siempre deja rastro de sus propietarios, la identidad de quienes presuntamente lo conducían...
En el verano las temperaturas en el sur del país son altas, pueden ser sofocantes, más ahora que hay una ola de calor en muchas partes del mundo.
La muerte por asfixia es lenta, horrible, lo que mata a nadadores que se ahogan, a los que mueren de covid, a los estrangulados. Nuestro Señor Jesucristo fue crucificado según la tradición, el castigo que los romanos aplicaban a insurrectos, criminales, que finalmente morían por asfixia y sus cadáveres quedaban en las cruces por largos días.
Se dice que entre los sobrevivientes de la tragedia de San Antonio hay cuatro niños, pero por el momento no se dice si otros niños murieron.
Por ahora no se da cuenta de que entre las víctimas haya salvadoreños; se habla de mexicanos, hondureños, guatemaltecos...
Los saqueos y depredaciones de políticos hondureños, que de uno u otro bando suelen estar ligados a carteles de la droga, han causado que grandes segmentos de la población no logren ganar lo mínimo para vivir, un fenómeno que también se sufre en nuestro país ya que cerca de la mitad de la población ha caído en la pobreza, familias que en muchos casos se mantienen con una comida al día, a lo que se suma el hecho de que en muchos hogares la carga recaiga sobre la mujer.
Hacia el Norte corren muchos hispanoamericanos, literalmente “votando con sus pies” contra las difíciles y hasta insoportables condiciones en que se encuentran venezolanos, nicaragüenses y numerosos connacionales nuestros.
No hay para escuelas ni clínicas pero sí para apresar y maltratar
Se dice que 116,477 salvadoreños fueron detenidos en la frontera sur por las autoridades de Estados Unidos en 2021 y en lo que va de 2022 son ya 67,006 connacionales apresados. Si este fuera el país ideal que nos quiere vender el bukelismo, no habría miles buscando escapar aún a costa de sus vidas viendo del descalabro económico, la falta de obras esenciales y las masivas capturas de justos a la par de pecadores.
De poder salir, tampoco quedarían muchos cubanos en Cuba, pero protegiendo al demencial régimen castrista hay dos casi insalvables barreras: el mar Caribe, infestado de tiburones, y la Guardia Costera de Estados Unidos, que se ocupa de que no se monten invasiones a Cuba...
El presidente Biden ha enfatizado que hacia los países al sur del Río Grande se aplicará una “fuerte diplomacia”, política que favorece al narcotráfico y a las dictaduras de hecho que existen, que literalmente se ríen de los regaños, llamadas de atención, advertencias que se vienen haciendo en los últimos tiempos, lo que no impide que los rusos metan mano para apoyar a Ortega en caso que se lance una invasión a Nicaragua, o a la narcodictadura venezolana, que abiertamente anda instigando revueltas en el Hemisferio, entre ellas, la más grave, la que causó muchísimos muertos en Chile y no debe descartarse que también estén tras las protestas contra el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso.
La fortuna es que “la fuerte diplomacia” no se aplica para Ucrania, bajo ataque de un demente, Putin, que cree ser la reencarnación de Pedro el Grande.