“Voy a contarles la historia de un ejército que supuestamente es uno de los mejores del mundo, con el armamento más avanzado, los tanques y carros de combate de primera calidad, aviones de nueva generación, barcos acorazados.
“Estoy hablando de un ejército que se creía invencible, el ejército francés antes de la Segunda Guerra Mundial, pero que se derrumbó en menos de dos meses ante las tropas nazis....
“La lección que dejó la debacle francesa en 1940 es que las guerras nunca salen como fueron planificadas, nunca se desarrollan “ordenadamente”. La guerra es siempre caótica y mucho de lo que se creyó iba a operar sin tropiezo, llegado el momento errores menores se convierten en graves limitaciones”, dice un escritor que publicó su opinión en el Atlantic Monthly, una muy prestigiosa revista estadounidense.
Lo mismo puede decirse del ejército ruso, entrenado y preparado para invadir y conquistar Ucrania en cuestión de días, una guerra que en teoría el criminal Putin iba a ganar casi desde el inicio.
Tras empantanarse su ofensiva, el Estado Mayor ruso asegura que su meta principal será la región del Donbás, en el este de Ucrania, aunque no excluye asaltar sus ciudades, pero ya no habla de Kiev, la capital. El Pentágono también lo confirmó.
A las primeras de cambio los rusos enfrentaron falta de suministros esenciales, a lo que se agrega que habían subestimado la capacidad y voluntad de combate de los ucranianos, que con los misiles antitanques suministrados por Estados Unidos, Alemania, Canadá y otras potencias, han destruido muchos de los tanques y carros blindados rusos, a lo que se agrega un factor que no habían tomado en cuenta: la aviación ucraniana y los misiles tierra-aire y asimismo los disparados por aviones de Ucrania a aeronaves rusas han evitado que los rusos, como pensaron originalmente, tuvieran el control del aire para proteger a sus tropas de tierra.
Se comienzan a dar casos en que los soldados rusos rehúsan llevar a cabo operaciones e incluso ya hubo un intento de matar a los oficiales que ordenaban operaciones prácticamente suicidas.
Otra manifiesta debilidad del ejército ruso son las líneas de abastecimiento, tanto de combustible para los vehículos como alimentos e insumos médicos para los heridos en combate. Cuando el régimen en nuestro suelo despectivamente se refirió a los alimentos empaquetados como “churritos” sin querer golpeaba un ingrediente esencial en todo teatro de guerra, la comida, que para los soldados estadounidenses es el famoso K-ration, que pueden abrir, al igual que bebidas embotelladas..
Putin queda contra las cuerdas tras destruir un país pacífico
El empantanamiento de las fuerzas de tierra rusas ha sido una de las causas de la implacable destrucción de ciudades de Ucrania, incluyendo objetivos civiles, hospitales, kindergartens.
Los rusos están robando la ayuda humanitaria, saqueando mercados, almacenes, cerrando vías para que niños, mujeres, personas mayores puedan salir del infierno en que han convertido a Ucrania.
En una reunión televisada, Putin comienza a verse contra las cuerdas, a sentir que ha quedado, como dicen en España, con el trasero al aire, como el único responsable del descalabro que la agresión no provocada a Ucrania, una agresión con que el criminal creyó volver a recomponer la situación reinante antes de colapsar la “Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas”, pero que los hechos comprueban totalmente irrealizable.
Mientras tanto, por tercera vez consecutiva el gobierno de Bukele se abstuvo ayer de votar en las Naciones Unidas contra la bárbara invasión contra un país pacífico.