"Quien a hierro mata a hierro muere…”
El cabecilla del grupo mercenario Wagner, Yevgueni Prigozhin, que desde el inicio de la no-provocada invasión a Ucrania era un fuerte crítico de los generales dirigentes del ejército ruso y que encabezó un motín que penetró en varias ciudades rusas pero sin llegar hasta la propia capital, iba en un vuelo privado que se estrelló cerca de Moscú. Ninguno de los diez pasajeros sobrevivió.
Según The Wall Street Journal, los primeros informes de inteligencia revelan que Prigozhin habría sido asesinado y existe la fuerte convicción entre los expertos de que habría sido una “venganza” del régimen ruso.
“Poco importan las razones por las que el avión se estrelló, todo el mundo verá un acto de venganza y de represalia. El Kremlin no contradirá está visión”, afirmó Tatiana Stanovaya, fundadora de la consultora R. Politik.
Se dice que el régimen de Putin, secuestrador de niños, criminal de guerra y envenenador serial tiene varias maneras de librarse de opositores o disidentes: envenenarlos, tirarlos desde un edificio alto o encarcelarlos, a lo que ahora suma, pensarán muchos con la noticia de las fuentes de inteligencia, hacer estrellarse aviones donde viajan rivales o disidentes.
En estos días el gobierno alemán rescató de un tren a un opositor ruso que mostraba señales de haber sido envenenado, como persiguen a otro refugiado en Florida.
Al igual que Xi Jinping, el desquiciado ruso va tras a sus opositores donde se encuentren, para eliminarlos o, en la modalidad china, secuestrarlos y llevárselos de vuelta para “hacerlos desaparecer”, como ha sucedido a tantos en ese país.
Prigozhin pereció con manos y cuerpo bañado en sangre de inocentes y de patriotas que han muerto defendiendo su patria, Ucrania. Para esos héroes que vaya el verso “nunca florece la rosa con más belleza, que en la tierra donde murió un héroe…”.
En las semanas previas al asesinato que segó su vida, Prigozhin se había visto cerca del enajenado Putin “en amigable charla” vistiendo una camisa tipo Polo y vaqueros, muy distinto a la imagen en ropa de combate que el mundo conoce desde hace más de un año.
Putin no ha inventado nada “nuevo” para deshacerse de enemigos y opositores, ya que desde la más remota antigüedad tiranos de todo pelaje recurren a venenos, puñales, garrotes para “tranquilizar a la población”, siendo Iván el Terrible la figura histórica rusa de un monstruo que asesinó a miles….
Las guerras siempre conducen a los peores horrores y tragedias
Los servicios de inteligencia ingleses calculan que la fallida “operación Z” de Putin ha cobrado la vida de cien mil rusos, además de los heridos, lisiados y ciegos, una suma mayor que las bajas sufridas por Ucrania, a lo que se suma la pérdida de cientos de tanques y carros de combate y el hundimiento de acorazados, entre ellos lo que fue la “joya de la corona” de la fuerza naval rusa, el Mosvka, hundido casi al inicio de la invasión.
Las soldadescas rusas están entrenadas para proceder sin piedad no sólo contra ejércitos enemigos, sino contra civiles, mujeres, niños, como lo demuestra el hecho de que los rusos han secuestrado a decenas de miles de niños ucranianos, muchos de ellos arrebatados de los brazos de sus madres y padres.
Por tal salvajismo el monumento “al soldado ruso” en una amplia avenida de Berlín se denomina por muchos alemanes como “el saqueador desconocido” o el “violador desconocido”, al igual que la tumba al soldado desconocido bajo el Arco de Triunfo en París.
En la antigüedad muchos generales pagaban su tropa con el producto del saqueo de ciudades o asentamientos que iban conquistando, lo que llevó al horror de entregar mujeres y niños de los vencidos para que los vendieran como esclavos…