El régimen ya puso el ojo en las remesas que salvadoreños que viven en el exterior y principalmente Estados Unidos envían a sus familias, generalmente de bajos ingresos, para que puedan sostenerse. Literalmente pretenden beneficiarse quitando pan a los pobres, como el individuo que vaciaba las alcancías de iglesias hasta que fue capturado.
El vice, encargado de justificar las pensadas chucas, afirma que ese dinero se usará para “fines productivos”, en igual manera como los fondos del FODES y del Insaforp, así como los $60 millones que se quitaron a Educación también son para “fines productivos”, sin duda pensando en los millones de millones utilizados en propaganda para apuntalar al régimen de cara a los impresionables en este suelo.
Una similar suerte ha corrido ya una sustancial parte de los ahorros de los trabajadores, a quienes se trata de convencer de que se prepara una reforma para que los que se jubilen o sufren incapacidades tengan pensiones “dignas”, palabreja con que marean a los ya mencionados impresionables, como sucede con la promesa de reconstruir 5,150 escuelas y la “modernización del Hospital Rosales”, una obra a la que no se le ven mayores avances, como al incendiado mercado del barrio San Miguelito, donde seguramente pasará un largo, largo, largo rato…
Reflexionen, estimados lectores, lo que postergar la renovación del Rosales significa para la gente de medianos ingresos y los pobres en nuestro país: faltan medicamentos para tratar enfermedades crónicas como deficiencias renales, cáncer, osteoporosis… a lo que se suma que muchos pacientes tienen que compartir cama con desconocidos o dormir en el suelo. Aliviar en alguna medida ese sufrimiento debería ser prioridad, pero las “prioridades” son otras, entre ellas la reelección indefinida a lo Putin en Rusia o Maduro en Venezuela.
Los dineros se mueven de un sitio a otro y de nuevo a un tercer lugar hasta que el galáctico agujero negro en la Casona lo chupa y desaparece…
Hace poco tiempo el régimen maquinó un esquema para caer encima de remesas, donativos a ONGs y hasta el producto de las ventas de empresas y negocios al exterior: todos ellos se tratarían como “agentes extranjeros” y por lo mismo esos dineros serían implacablemente diezmados con impuestos.
En el caso de, como ejemplo, el fondo creado por Estados Unidos para apoyar la creación de empresas, con la nueva pensada gran parte de esos recursos terminarían en el “agujero negro”, al igual que se confiscarían los nuevos trajes que se donaron a los bomberos en nuestro país para revenderlos en el exterior, pero aunque seguramente les pasó por la cabeza, no se atreven a hacerlo…
El Banco Centroamericano no prestará más dineros al régimen que no paga
Por ahora la nueva presidenta del Banco Centroamericano de Integración Económica, la costarricense Gisela Sánchez, ha cortado los préstamos al régimen salvadoreño (pues nunca fueron préstamos a nuestro país estrictamente hablando), lo que sin duda va a generar un desespere para ver de dónde van a sacar dinero, y aunque la sumisa Asamblea apruebe lo que les dé la gana, que ahora sería aprobar lo que no existe, no está disponible.
La nueva pensada es olvidarse de si una movida es o no es constitucional sino simplemente armar una nueva “constitución” siguiendo los deseos y conveniencia de los cofrades y esto, como decía el prófugo Funes, “les guste o no les guste”…