No se permitirán en las entidades educativas de Francia, a partir del nuevo año, vestimentas que identifiquen la religión de una persona, lo que afecta primordialmente a las mujeres musulmanas que solían presentarse a las aulas con burkas, velos y similares indumentarias.
La disposición es similar a la aplicada en los hoteles de Alemania y otros países europeos: los huéspedes deben portar vestimentas normales, no ligadas a una creencia, aunque desconocemos si tal cosa se aplica a árabes que porten sus características indumentarias.
Lo dispuesto se basa en el principio de la separación entre Estado e Iglesia, una norma laica, lo que ha suscitado protestas entre los países musulmanes que acusan a Francia de ser islamófoba, pese a que a las mujeres occidentales que visitan esos países la “policía moralista” les da ligeros azotes en las piernas que lleven descubiertas.
El Islam es intolerante por principio, como lo evidencia la última agresión al escritor y poeta Salman Rushdie.
Suecia va camino a prohibir la destrucción de distintivos de cualquier religión, después que hubiera protestas en varios países musulmanes por la quema de ejemplares del Corán en el país nórdico. Sin embargo, hace algunos años un músico salvadoreño estuvo a punto de ser ejecutado en Marruecos por repartir biblias.
Es ver la paja en ojo ajeno y no la viga en el propio, más considerando dos hechos: el desquiciado trato de los talibanes a la mujer y el hecho de que cuando Christiane Amanpour quiso entrevistar desde Nueva York al enloquecido ayatola en Irán, éste le pidió “cubrirse el cabello”.
La obsesión con el pelo femenino, común a prácticamente todos los países del medio oriente con excepción de Líbano, Israel y Arabia Saudita por disposición expresa y personal del príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, asombra siempre a los hombres occidentales, que en su mayoría consideran el cabello femenino como uno de sus más lindos atributos, censurando a las mujeres que no lo cuidan.
El color de la piel no importa, pero sí que el candidato no sea irracional ni fanático
Cuidar y arreglar bien el cabello es la razón por la que existen los “salones de belleza” en nuestro mundo, que a la par del pelo aplican colorines a los rostros de sus clientas… esto nos lleva a uno de los actuales contendientes a la presidencia de Estados Unidos, Vivek Ramaswamy, empresario y autor, hijo de inmigrantes de la India, muy hábil y rápido en los debates, que se sentía discriminado por el “color café” de su piel, considerando que en Estados Unidos los presidentes han sido blancos siempre, con excepción de Barack Obama, por lo que él insiste que ninguna persona debe ser discriminada.
No importa el color de la piel de cualquiera de los candidatos, pero es esencial que sea cristiano, consideran muchos, ya que esa es una de las bases de la sociedad estadounidense y el cristianismo en su esencia es la doctrina de la libertad y el fundamento del Orden de Derecho, pues el creyente está obligado a respetar el Decálogo de Mandamientos pero queda libre para disponer de su vida como mejor desee, sin verse forzado a obedecer religiones ni costumbres impuestas.
Lo importante es que quienes aspiren a gobernar o gobiernen un país sean tolerantes y defiendan la democracia, las libertades, la seguridad jurídica y el derecho de los demás a disentir…