Hasta el último momento la Reina Isabel II fue el referente luminoso de los más altos propósitos del Reino Unido y de los hombres de buena voluntad en este mundo, manteniéndose al servicio de los británicos y personificando los ideales de un imperio que espiritualmente une a miles de millones de personas.
Cada día, cada minuto a lo largo de 70 años —el reinado más largo en la historia de la nación— Isabel II fue la figura que señalaba los mejores derroteros, el consuelo viviente cuando golpeaba la tragedia.
La mayoría de personas en este mundo aspira a dejar de trabajar a los 60 años, la jubilacion anticipada, el “early retirement” o estar a lo largo de la vida vegetando… Isabel II nunca dejó de servir, de ser el modelo ideal del esfuerzo, de la sobria y discreta elegancia, de lo que los mejores miembros del Reino Unido creen o se esfuerzan por ser.
Isabel II, reina, una figura inmensa de los siglos XX y XXI, esposa, madre, abuela, bisabuela que ahora es parte de la leyenda mundial del heroísmo silencioso, estuvo al lado de los británicos y en muchos sentidos del mundo en sus tribulaciones y amenazas, sin desfallecer en ningún momento, sosteniendo la luz de la esperanza y los nobles principios de la civilización occidental, que es lo mismo que libertades esenciales, razón, compasión por el que sufre y es perseguido.
El reinado se marcó por momentos difíciles, amenazas, triunfos… Nacida el 21 de abril de 1926 como la princesa Isabel Alejandra María, debe enfrentar muy joven la turbulencia de la Segunda Guerra Mundial e incluso prestar servicio en la milicia. A los 14 años pronunció su primer discurso por radio, dedicado a los niños separados de sus padres por la gran conflagración.
En 1953 y tras la muerte de su padre, Jorge VI, Isabel es coronada como Reina y se dedica a visitar varios países de la Mancomunidad de Naciones. Al ser coronada Isabel se dio a conocer el homenaje a su Reina de Sir Edmund Hillary, el primer hombre en escalar a la cima del Everest, la montaña más alta de la Tierra, hazaña que luego se ha repetido por muchos, incluyendo la salvadoreña Alfa Karina Arrué.
A lo largo de su vida, Isabel II fue testigo histórica de las transformaciones y los peligros que enfrentó el mundo, entre ellos la Guerra Fría, con la opresión comunista soviética sobre Europa Oriental y sus embates por el resto del mundo, incluyendo a Latinoamérica.
Diferentes conflictos, como las guerras de Corea, Indochina, Centroamérica y Medio Oriente, pasaron por sus ojos, pero más directamente le afectó la Guerra de las Malvinas en 1982, que cobró las vidas de numerosos soldados británicos y argentinos.
Ella fue testigo de la caída del Muro de Berlín, que marcó la libertad de Europa Oriental y la caída del comunismo soviético, así como el nacimiento de la Unión Europea y la muerte de grandes personajes, como Ronald Reagan, Mijaíl Gorbachov, Rainiero de Mónaco o el Papa Juan Pablo II.
Lazos estrechos entre Reino Unido y El Salvador
Bajo Isabel II, Reino Unido ha estrechado relaciones y contribuido al desarrollo de El Salvador, con proyectos como el Instituto Tecnológico Centroamericano (ITCA), el cual fue visitado en 1975 por el esposo de la monarca, el príncipe Felipe, a quien nuestro Director, Ingeniero Enrique Altamirano, tuvo el privilegio de recibir.
Prueba de su incansable espíritu, dos días antes de morir, Isabel II cumplió con su deber como la cabeza del reino confirmando a Liz Truss como la nueva primera ministra.
El mundo honra y despide a una gigante de la historia que siempre lo saludó con su proverbial sonrisa y serenidad.