Sin que se supiera de licitación o concurso o criterios técnicos de ninguna clase ni respetando las sentencias de la Sala de lo Constitucional, el régimen salvadoreño concedió a una empresa turca el manejo de nuestros dos grandes puertos, habiendo muchas empresas tanto hispanoamericanas como estadounidenses capaces de efectuar con eficiencia y plena transparencia su cometido.
El costarricense Guillermo Matamoros, exsecretario técnico del Consejo Nacional de Concesiones de Costa Rica, advirtió que lo habitual es que este tipo de cesiones se hagan a través de un concurso, sobre todo porque la empresa no solo se encargará de manejar puertos, sino que hará las alianzas estratégicas con las navieras y demás actores de la industria.
Las concesiones o negocios mixtos de este tipo, como se vio con el Sitramss, Alba Petróleos o el manejo de desechos, se han llevado en total oscuridad y para nada han beneficiado al país, recuerdan los especialistas en la materia.
Hay que recordar que Turquía está bajo la dictadura de Erdogan, un déspota acusado de perseguir y "desaparecer" a opositores, que no ha tenido problema para fotografiarse con el cabecilla del grupo terrorista Hamás y que no tiene empacho en convertir templos cristianos en mezquitas, siendo el último una iglesia del siglo IV después de Cristo, cuyas imágenes han sido cubiertas con un cortinaje, pero se teme que en un arranque de fanatismo llegue a destruirlas.
En eso de cubrir imágenes, Erdogan viola uno de los decretos importantes del fundador de la Turquía moderna, el brillante general Kemal Ataturk, que abolió la prohibición islámica de representar figuras humanas o de seres vivos y fundó escuelas de arte para que los jóvenes turcos aprendieran a dibujar y a pintar, tuvieran la opción de convertirse en artistas gráficos, lo que pese a los intentos de retrógrados como el actual dictador Erdogan, se mantiene al día de hoy.
Previamente Ataturk abolió el sultanato, transformando a Turquía en un país laico y protegiéndola de intentos de restablecer cualquier forma de monarquía.
A puras ocurrencias se manejan los bienes que son de todos
Con el antecedente de la biblioteca adjudicada a dedo a los chinos y construida por chinos, es válido preguntarse si serán turcos los que se quedarán manejando los puertos y obligando a sus trabajadores a cambiar sus costumbres, religión y hasta idioma.
Nuestros trabajadores rápidamente se entenderían con otros hispanos, como es lógico, además de que, de haberse adjudicado a una firma estadounidense que maneja volúmenes enormes de carga en cualquiera de sus grandes puertos, muchísimo más que todos los puertos del Oriente Medio, los locales estarán encantados de aprender inglés y ganarse la oportunidad de ir a trabajar en Estados Unidos, pero ir a meterse a Turquía es, literalmente, "harina de otro costal"...
Las últimas encuestas muestran que la mitad de población no tiene confianza más en los meneos del régimen y en lo que dicta la legislatura, que aprueba medidas sin siquiera leerlas pero que, como se ha revelado hace muy poco, disfrutan de mensajeros, tratamientos de belleza, pago a sus suplentes... la gran fiesta con dineros que no son ni de la bancada ni del régimen, sino de la gente, a quienes les niegan informarse declarando "reservas" u ocultamiento por varios años...