El castrismo está actualmente en sus estertores después del colapso de su economía, que depende de caridades externas para mantenerse a flote o, más bien, para mantener viviendo en la opulencia a la camarilla de parásitos que dicen ser "revolucionarios" y "progresistas" (¿"progreso" de qué? ¿De los caudales que acumulan?).
Los cubanos viven la peor escasez de harina, de pan, de insumos, de agua potable, de combustible, lo cual ha derivado en tenebrosos y prolongados apagones, sin que el régimen haga mucho para paliar la crisis, salvo reprimir brutalmente las protestas a sangre y fuego.
La solución la lanzó Argentina en la reciente Cumbre Iberoamericana en Ecuador: "Cuba debe restablecer la democracia y respetar los derechos humanos y las libertades individuales. Es fundamental que no impulse políticas totalitarias en la región y que se enfoque en mejorar la calidad de vida de su población a través de respeto a la libertad y en brindar bienestar a todos sus ciudadanos", enfatizó el embajador argentino, Eduardo Acevedo.
El diplomático se preguntó cuáles son las acciones que la comunidad iberoamericana, formada por 22 países, está tomando "contra las graves violaciones a los derechos humanos en Cuba, que continúan luego de más de medio siglo de gobiernos autoritarios y represivos".
"¿Cómo es posible que hagamos silencio ante esta grave situación? ¿Cómo es posible que nos sentemos en la misma mesa debatiendo calendarios y declaraciones sin hacer mención al cerco que se continúa cerrando en Nicaragua sobre la prensa independiente, a la privación de nacionalidad a opositores políticos y la persecución a organizaciones de la sociedad civil?, se cuestionó también.
Pero "excusas siempre hay para justificar todo desastre", que en el caso cubano es lo del "embargo estadounidense" decretado cuando la ahora difunta Unión Soviética pretendió hacer una base de misiles para atacar a Estados Unidos, lo que en cierta manera también pretende en la actualidad el enloquecido dictador de Corea del Norte, Kim Jong-un. Invariablemente todo régimen marxista termina en hambrunas, como sucedió bajo Stalin y casi simultáneamente con Mao: en el primero fueron cuarenta y tantos millones de personas, en el segundo más de sesenta millones...
Marx, cuyas doctrinas fueron demostradas erradas por pensadores contemporáneos a él, particularmente el austriaco Karl Menger, murió y fue enterrado en Londres, pero en el lugar donde nació, Trevis, sobre el río Mosela en Alemania, se exhibe el sillón donde se dice que literalmente "estiró la pata". En Trevis nació en el año 306 de nuestra era Constantino el Grande, recordado como el hombre que propició la legitimación del cristianismo como la religión oficial del Imperio Romano.
Se recuerda que "cien años de comunismo, cien millones de muertos", pero a esos "cien millones" hay que agregar los millones adicionales que siguen muriendo en el mundo entero, tanto por el comunismo o socialismo como por los populismos surgidos de estos.
El cristianismo es la doctrina de la libertad, la convivencia, la paz
Una inmensidad de personas en el mundo profesa la fe cristiana, que literalmente puede considerarse la fe de la libertad y la democracia pues al lado de los Diez Mandamientos que, según la tradición bíblica, fueron entregados por Dios a Moisés, pero cuyos principios datan desde épocas anteriores, se basan en la racionalidad, en principios que enfatizan el respeto hacia nuestros congéneres, a la sensatez.
Los Diez Mandamientos liberan al hombre de toda otra obligación, de no pasar una jornada cumpliendo con abluciones, rezando tantas veces al día, lo que fuera. Una persona debe ser piadosa, sensata, practicar la convivencia pacífica, no transformarse en esclavo de vicios, odios, fanatismos o prácticas inhumanas...