Es menester recordarle periódicamente a los padres de familia que deben vigilar las amistades de sus hijos para que no los lleven por los caminos de la droga, la delincuencia y la prostitución.
En nuestro saqueado país, donde los problemas de la población, de los pobres jóvenes que no tienen a nadie por ellos y por lo mismo caen en los peores círculos, se dejan al garete, naves sin rumbo, sin brújula moral.
Mientras tanto, un sector de la población cae en la changoneta pública al estilo del Parque Libertad, sin medir las consecuencias de los problemas del país con imposición y la corrupción, con el bochornoso ejemplo del saqueo y la arbitrariedad.
Basta ver en las redes sociales los mensajes de hombres y mujeres jóvenes que incitan o se ofrecen descaradamente, pero es claro que hay otros detrás de ellos aprovechándose, desde “amigos” o “celestinas” que los descarrían hasta perversos y astutos seductores que después son despiadados proxenetas. Las mismas redes sociales se vuelven la trampa perfecta.
Las drogas, el juego y la consiguiente ludopatía, así como la miseria a la que han llegado familias, son impulsores de la caída de los jóvenes en el delito y la prostitución.
Como hemos señalado muchas veces, el juego afecta la misma parte del cerebro que las drogas; por desafortuna muchos “juegos” de computadora al alcance de adolescentes pueden generar esa adicción, con las consabidas secuelas de pobre rendimiento escolar, asociaciones ilícitas, más vicios…
El año pasado y “por cortesía” de los productores colombianos y venezolanos, alrededor de cien mil estadounidenses murieron de sobredosis de droga, lo que no ha causado una respuesta efectiva de Estados Unidos, confiado con que la política de “fuerte diplomacia” haga un imposible milagro; traficar droga es el gran negocio, lo que ha llevado al periódico ABC a señalar al segundo en comando de la dictadura venezolana, como el principal capo del narcotráfico…
Países prefieren tener control sobre prostitución
Frente al auge de la prostitución algunos países han preferido legalizarla para tener control sanitario y legal sobre las ahora llamadas “trabajadores del sexo”. Es importante evitar que las muchachas o muchachos caigan, pero con quienes ya están en ese mundo debe haber un control.
Legalizar o no legalizar es un tema que periódicamente se discute en países como Italia y está siendo regulado en Alemania, donde las meretrices están confinadas en ciertas zonas de las grandes y medianas ciudades, vigiladas por las autoridades.
La prostitución se legalizó en Holanda en el año 2000, autorizando que mujeres mayores de edad ejerzan como trabajadoras del sexo, además de ser protegidas de “chulos”, mafias y que se rijan con estrictas y específicas normas de higiene para preservarlas a ellas y a sus clientes.
En Estados Unidos únicamente Nevada ha legalizado la prostitución además de autorizar los casinos, como decimos, una plaga que embrutece a sus adeptos, vicios que siempre generan mafiosos, tráfico de drogas y toda clase de perversidades.
En nuestro país estaba en cierta medida legalizada, lo que entre otras cosas exigía que las “trabajadoras del sexo” pasaran periódicas revisiones en la Dirección de Sanidad, entonces ubicada a unos cien metros del Parque Bolívar.
Pero siempre salen falsos moralistas que se rasgan las vestiduras alegando que “el Estado” no podía patrocinar tal cosa, lo que ha llevado a la situación actual, donde son mafiosos y entre ellos pandilleros los que regentean, explotan y manejan los prostíbulos, sin parar mientes en la edad de las “trabajadoras del sexo”, lo que ha llevado a arruinar la vida de mujeres que muy jovencitas cayeron en las garras de esos criminales.