Un niño de tres años que estaba amarrado a un poste con sus bracitos detrás de la espalda y mostraba señales de golpes en su cuerpo, fue liberado por la Policía de Guatemala, pero hasta el momento no se sabe si los responsables de la criatura, sus padres, han sido capturados, o si eran otras personas las que lo tenían a su cargo.
La Policía llegó alertada por vecinos, que deben de haber oído al muchachito llorar, lo que lleva a una conclusión: los vecinos, o personas que pasan por una vivienda y se dan cuenta de cosas extrañas deben alertar a las autoridades o al párroco del lugar, para rescatar niños víctimas de maltrato severo.
Es casi a diario que leemos de individuos que han asesinado a niños después de matar a uno de sus padres, como el caso de un tal Chad Daybell, condenado a muerte por asesinar a su primera esposa y dos niños de su segunda esposa, que no mostró ninguna reacción cuando el juez leyó la sentencia.
Ya se dio el caso de una mujer que se fue a pasar una vacación de diez días y dejó sola a su hijita de cinco años, lo que llevó a la muerte a la criatura. El juez que dirigió el caso lo calificó como “la más abyecta traición” y condenó a la mujer a cadena perpetua.
Se ha denunciado a nivel mundial que el tráfico y venta de niños es uno de los graves problemas de la actualidad, como lo es el secuestro de niños en las caravanas que a través del Istmo y México intentan llegar a Estados Unidos, niños luego abusados, niños que se pierden en el desierto, todos espantados de lo que es la vida en este planeta.
Cuando una pareja no tiene los medios para sostener y educar a una criatura lo obvio es que lo de en adopción, siendo el caso más conocido de Steve Jobs, a quien sus padres naturales lo dieron en adopción y más tarde, cuando ya despuntaba como un genio quisieron verlo, pero él nunca les dio tal oportunidad.
Nuestros corazones deben abocarse a favor de los niños del mundo
Son decenas de miles de niños y familias en nuestro suelo afectados por las ocurrencias del “reelecto” régimen, que ha hundido a la mitad de la población en la pobreza, a lo que se agrega que al sustraer fondos de la educación y la asistencia médica, incluyendo las campañas de vacunación, el futuro de los niños de El Salvador es precario, aunque no tan de horror como lo que está sucediendo en Palestina, consecuencia de la agresión del grupo terrorista Hamás, banda sostenida, entrenada y armada por los enloquecidos ayatolas de Irán.
Como hizo exactamente hace cinco años, el “reelecto” régimen de nuestro país anunció que en el segundo periodo vendrán medidas “amargas”, las que golpearán aún mas no solo el costo de la vida, sino la inversión, a lo que se sumarán más casos como el de los estudiantes apresados en el bajo Lempa, expuestos a incalificables atropellos solo para llenar cuotas de detenidos diarios.
En 2019 también anunció “medidas amargas”, las cuales han llevado a autoritarismo, violaciones a los derechos humanos y medidas económicas que han endeudado como nunca al país, es decir, a cada uno de los salvadoreños que tendrán que pagar esos dineros.
Es una dicha inmensa para muchas familias tener niños, cuidarlos, educarlos y prepararlos para la vida con sólidos principios morales, con una sana percepción de lo que es el “buen” mundo...