El campeonato de fútbol, el deporte más popular del mundo pues solo requiere de una pelota y un trozo de campo para practicarlo —lo hacen los niños en los corredores de escuelas y colegios, en las calles de barrio, oficinistas en un salón, adultos en las playas— ha movido opinión, alegrías y desencantos, críticas por las restricciones impuestas por la dictadura catarí a los asistentes, tristezas y dolor cuando un equipo en el cual la gente de todo un país había puesto sus ilusiones es eliminado… las lágrimas del gran Cristiano Ronaldo conmovieron tanto a lusitanos como no lusitanos…
Vale decir que este ha sido el Mundial de las sorpresas, de lo impredecible, de lo insólito, dirán algunos, pensando en hechos como que se ha celebrado en noviembre-diciembre, en el ascenso de un país africano, Marruecos, hasta la caída de gigantes del balompié y las extrañas muertes de tres periodistas…
No cuesta imaginar el shock, la amargura, tristeza de mexicanos, brasileños, ingleses cuando sus equipos quedaron fuera, equipos que inclusive en algún momento, como el español y el uruguayo levantaron en alto la copa que les consagraba, ese año, como “los mejores del mundo”.
Cada futbolista que se presenta en un estadio, desde los que compiten en pequeñas ligas hasta los grandes equipos de nivel mundial, es un joven (es muy raro que sobrepasen los treinta y muchos años), está en condiciones físicas o muy buenas o excelentes para resistir no solo los entrenamientos, sino la hora y tantos que se debe correr y brincar de una punta a otra de un campo.
El futbolista es como los boxeadores profesionales: tienen que resistir los terribles minutos en el campo o en el cuadrilátero sin darse una pequeña tregua, pues eso puede llevar a un punch directo la quijada o darle oportunidad al otro para meter un gol.
Lo que señalamos vale para todos los deportes que se practican…
El deporte en todas sus formas requiere el apoyo de comunidades, distritos, naciones para verdaderamente alcanzar la excelencia.
En todo lo que se pueda apoyemos la práctica de los diversos deportes
En cuanto al fútbol, en nuestro país la dictadura quiso caerle encima, usarlo para el lavado de cerebro permanente que impone con sus promesas, denuncias, falsas acusaciones y despilfarros sobre la gente menos pensante, como ha ocurrido hasta en naciones muy cultas como lo comprobó la trágica, horrenda caída de Alemania en el nazismo.
Vamos a señalar un hecho que ha tenido pésimas si no trágicas consecuencias en nuestro El Salvador: haber destruido el sistema Educo, uno de los múltiples desatinos del Profe Sánchez cuando estaba en el poder, en menoscabo de estudiantes, maestros y líderes comunitarios y de las obras de beneficio general, alentar deportes, campañas de ornato y limpieza, además de reparar en lo posible escuelas y parques.
Educo habría colaborado en forma inteligente y ordenada a manejar la respuesta a la pandemia, convenciendo a la gente a vacunarse y protegerse además de montar defensas contra las pandillas.
Sigamos, en una manera u otra, apoyando el fútbol, participando del entusiasmo general, siguiendo el día a día hasta llegar al momento cuando se defina al mejor del mundo…. para esos cuatro años hasta la siguiente prueba….