El exsubdirector del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS, la antigua policía secreta) de Colombia, José Miguel Narváez, fue condenado a 12 años y 6 meses de prisión por la tortura de la periodista Claudia Julieta Duque, perpetrada entre julio de 2001 y diciembre de 2004.
Una jueza colombiana señaló en su decisión que Duque fue víctima de "tortura agravada continuada", un delito declarado de lesa humanidad. La periodista dijo que "este caso estuvo a punto de morir el sueño de los injustos pero hoy llega a sentencia gracias al tesón y la fuerza de mi abogada Dora Lucy Arias. Estoy llorando, aún no leo la sentencia, pero sin duda esto es el más grande acto de justicia que logramos mi familia y yo".
La periodista recordó que Narváez es el séptimo condenado por su caso, "pero es el más importante en la cadena criminal que llega a sentencia".
Duque presentó una denuncia penal en 2004 por persecución sistemática y constantes amenazas de las que aseguró haber sido víctima tras concluir una investigación sobre el asesinato de su colega y humorista Jaime Garzón. Igualmente aseguró en 2009 que llegó a recibir llamadas de miembros del DAS en las que amenazaban a su hija, por lo que se vio obligada a abandonar Colombia, lo que no garantizó su libertad totalmente porque, según ha asegurado en varias ocasiones, también exiliada en Chile y España ha sido perseguida.
"El fallo señala a periodista Claudia Julieta Duque como víctima de tortura psicológica por persecuciones, amenazas, hostigamiento y hurto que ella y su hija sufrieron por parte del DAS con el fin de que abandonara su investigación del crimen del humorista Jaime Garzón", resaltó la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en Colombia en sus redes sociales. Esta agencia de la ONU reconoció "la lucha incansable de la periodista Claudia Julieta Duque por la justicia" y llamó "a las autoridades responsables a que se implementen las medidas de reparación y no repetición".
Estos años se conocerán en el futuro como los del sadismo entronizado
Garzón, abogado de profesión pero conocido por los colombianos por su sentido del humor, que combinó con una aguda crítica política y la irreverencia en sus programas televisivos, fue asesinado por sicarios vinculados con paramilitares en una calle de Bogotá a los 38 años.
En la condena por el caso Garzón, el juez señaló que Narváez, entonces subdirector del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), fue el "determinador" del homicidio de Garzón
La tortura es un acto de lesa humanidad, de barbarie llevada a sus peores extremos, como por desafortuna está sucediendo en nuestro suelo, lo que en el futuro dará el apelativo a estos años: los de las torturas sin sentido, el sadismo llevado a sus peores extremos...
Cuando prevalece la impunidad, estos casos pasan de las débiles jurisdicciones tropicales a la Corte Penal Internacional, que puede juzgarlos y condenarlos aunque pasen décadas.