Una pena de diez años de cárcel ha sido impuesta a Funes, el enjuiciado por el saqueo de 351 millones de dólares de los impuestos de todos los salvadoreños, más otros hechos conexos tales como la corrupción en la construcción de la represa El Chaparral, donde alegaron que “la montaña se movió” para dejar tirada la obra y aumentar su multimillonario costo.
La Fiscalía dice que el expresidente recibió una condena de 6 años de prisión por el delito de defraudación al fisco en la modalidad de evasión de impuestos cometida en 2014, además de que en mayo fue sentenciado a 14 años de cárcel por haber “promovido, facilitado e impulsado” la tregua con pandillas entre marzo de 2012 y agosto de 2013.
El Ministerio Público dice que Funes tiene abiertos sendos procesos por los casos denominados El Chaparral, Corruptela y Saqueo Público por los que pueden caerle decenas de años de prisión adicionales.
Para perpetrar sus fechorías, Funes se cobijaba detrás de la figura de San Romero, a quien constantemente invocaba mostrándose compungido y lleno de una dudosa piedad.
Para los salvadoreños, Funes les recuerda otro periodo tristemente célebre en el que se prometió "el cambio", pero reinaron la corrupción y la imposición efemelenista, se decretaron 22 nuevas cargas tributarias a los salvadoreños, se manosearon los fondos de pensiones y se ahuyentó la inversión extranjera por la falta de garantías legales. Su soberbia y prepotencia, que ahora no le significan nada, se mostraron al máximo al detener y escarnecer públicamente al expresidente Francisco Flores incluso sin que se llegara a demostrar que fuera culpable de delito. Flores sufrió prácticamente una muerte a pausas…
Al exhibir a Flores, mandándolo en una patrulla por todo San Salvador como un preso político, el régimen distraía la atención de los salvadoreños de su propia galopante y apestosa corrupción.
¿Quiénes estarán interesados que Crook no se ponga a decir todo lo que sabe?
Bajo el actual régimen bukelista no solo hay presos políticos acusados de faltas arbitrariamente inventadas, sino también personas que no han cometido ninguna falta son detenidas indefinidamente. Si con suerte logran salir de las mazmorras, muestran señales de haber sido torturados con salvajismo o gravemente enfermos pese que cuando fueron detenidos estaban en buen estado de salud, como el joven Marvin Alexis Díaz, que fue entregado a su familia sufriendo de cáncer y otras dolencias.
A lo anterior se suma el caso del joven Wilmer Ramos, un "hermano lejano" que tuvo la imprudencia de volver al país y lleva 17 meses detenido, al igual del joven Norman Alexis Carbajal, que es el único sostén de su familia.
Pero en nuestro país "la vida no vale nada", dependiendo de un básico esquema de generar terror.
Un evento que ha pasado un tanto inadvertido es el juicio iniciado en Nueva York contra el criminal apodado el "Crook", que ha pedido al tribunal tiempo para "reforzar su defensa", pese a que
los gastos legales que tal cosa implica pueden ser de cientos de miles de dólares, lo que lleva a la lógica interrogante:
¿Quién o quiénes estarán dispuestos a financiar al Crook para lograr que el asunto no pase a más, que sea liberado después de una corta pena de cárcel?
Como se ha informado, el “Crook”, reclamado por las autoridades estadounidenses por su crímenes, fue sacado de nuestro país recibiendo toda suerte de consideraciones, incluido el hospedaje en un apartamento de lujo y un traslado escoltado por un alto funcionaria hacia Guatemala, donde además se le suministró un arma de fuego y se le facilitó su pase a México.
Pasaron dos años para que le echaran el guante en México y agentes federales estadounidenses lo llevaran casi garantizándole una permanencia larga en el país, o inclusive hacerlo residente de por vida en los EE.UU., pero no en un parque de diversiones sino dentro de recintos de alta seguridad...
Por más que hagamos conjeturas, no parece estar claro quién este financiando la defensa del Crook para que no se le ocurra "cantar", decir todo lo que sabe y ha aprendido en su larga trayectoria criminal.
Imaginamos que nuestros lectores están igualmente perplejos, haciéndose la pregunta de quienes no quieren que el Crook cante y cante y cante…