Leía desde niño lo que caía en mis manos, dijo Elon Musk, uno de los grandes innovadores tecnológicos del momento, creador de los autos Tesla, quien agrega que las personas que se educan leyendo están muy por encima de los que aprenden oyendo o viendo, aunque cada método de aprendizaje tiene sus ventajas o es insustituible.
Se puede aprender mecánica automotriz leyendo, pero al final de cuentas hay que meter mano en motores y aplicar lo que se aprendió antes. Se leen libros, revistas y especialmente diarios, los que pueden ir de mano en mano y además guardarse y recortarse, como también se puede leer de todo en tabletas digitales y computadoras. Pero lo importante es leer, leer buena literatura, leer historia, leer sobre ciencias, leer los clásicos universales, desde Platón y los sofistas hasta los grandes autores del momento.
Y como dicen muchos, hay tanto de importante o de valioso o escrito con mucho ingenio por leer, que es un desperdicio leer basura, leer novelitas, leer a base de listas de lectura elaboradas por personas que muy poco leen.
Se cuenta de muchas personas que tenían poco acceso a buenos libros pero que las obras importantes que habían logrado obtener, incluyendo la Biblia, las leían con tanta atención y reflexión que estaban tan bien educados como un buen universitario. Y de hecho hay academias y facultades en universidades cuyo método de enseñanza es leer obras de primera categoría y comentarlas.
La Biblia, el gran tesoro del judaísmo y del cristianismo, tiene, como todo, excelsos pasajes como también historias menores, comenzando con el amoroso Dios del Génesis que va dando forma al mundo y “queda muy contento” con cada una de sus hazañas, siendo la principal que todo el esfuerzo le toma una semana.
Ese Dios inicia plantando a sus dos criaturas, Adán y Eva, en el Paraíso, pero con el Paraíso un árbol de fruta prohibida y una serpiente que hace caer en pecado a ambos y con ello los echa al mundo desnudos para que luego uno de sus hijos mate al otro por envidia, “la perra de hielo” que no se apiada de nadie.
El primer asesinato bíblico es por envidia, como a los que los mueve la envidia y por envidia también persiguen y asesinan.
Los niños merecen que sus padres les inculquen el buen hábito de la lectura
Volviendo a la lectura como la más efectiva forma de educar o autoeducarse, leer varios libros a la vez es de mucho provecho, como también leer libros en distintos idiomas para quien los habla.
Inclusive una forma efectiva de aprender un nuevo idioma es leer en la lengua que se quiere saber, libros que ya se han leído en la propia lengua, lo que puede iniciar con obras para niños, muy fáciles de seguir, continuar con aventuras de adolescentes y al final literatura de primer nivel para después incursionar en la poesía, que siempre es la más elevada expresión de una cultura.
Desafortunadamente, al parecer en la actualidad muy poca gente está leyendo buenos libros. Los jóvenes, sobre todo, se dispersan en las redes sociales, donde abundan las "fake news", los troles y los mercaderes de ilusiones disfrazados de "influencers". De allí que gran parte de la nueva generación vaya desarrollándose sin criterio propio y caiga fácilmente en los cantos de sirena de populistas y falsos mesías.
Otra consecuencia de este fenómeno es la pobreza gramatical que arrastran, el nulo de conocimiento de historia nacional y universal y la incapacidad para construir textos y plantear ideas. Como en las redes se acostumbran a abreviar palabras o exponer con signos, a la hora de redactar un documento no saben cómo o quieren que la gente tolere recibir un expediente con horrores gramaticales. Precisamente los buenos libros ayudan a ordenar los pensamientos y las ideas en documentos y ensayos que posteriormente pueden convertirse en piezas de reflexión universitarias e intelectuales que ayuden al desarrollo de un país o una comunidad de naciones.
Pónganse todos a leer y sobre todo a leer a sus hijos para que ellos descubran el mundo y entrenen su mente con buenos libros, resumiendo lo que se lee y pidiéndoles hacer comentarios, pues esas son memorias que van a perdurar a lo largo de sus vidas.