Para desmembrar el Imperio Español los estadounidenses en 1888 juraron vengar el hundimiento de su buque Maine en el puerto de La Habana, lanzando una ofensiva que les hizo apoderarse de Puerto Rico y las Islas Vírgenes, independizar Cuba, la República Dominicana y Haití, hacer de Filipinas un protectorado...
Cien años después del incidente, al vencerse el plazo en que documentos pueden guardarse sin acceso al público, se supo que el Maine fue hundido por los propios norteamericanos, como más tarde se reveló que la inteligencia estadounidense sabía que venía el ataque japonés y Pearl Harbor fue la excusa para declarar la guerra a Japón y Alemania contra lo que era la actitud de la mayoría del país, reacia a entrar en nuevas conflagraciones.
Traemos esto a cuentas por la acusación que hacen los rusos a Ucrania de haber hecho estallar unos depósitos de combustible en territorio ruso, lo que, considerando el hábito del régimen del criminal Putin de mentir, mentir, mentir... es otra falsedad, como es, entre otras, acusar a Ucrania de ser un régimen neo-nazi pese a que su presidente, Volodimir Zelenski, es judío.
La salvaje agresión a Ucrania lleva más de un mes y los rusos están empantanados, sin haber conseguido más que destruir ciudades, forzar el éxodo de más de cuatro millones de ucranianos y perder un numero considerable de carros de combate y tanques, blancos de misiles disparados desde lanzacohetes que se portan en el hombro.
Igual ha sucedido con los aviones de ataque rusos, muchos de los cuales son derribados por pilotos ucranianos usando misiles aire-aire, mientras otros se destruyen desde abajo.
Las pérdidas son tales que, según se informa, diez generales rusos han muerto en combate (o como dirían aquí los que “hablan fino”, fallecieron en combate ), además de unidades que rehúsan combatir pues, por ser reclutas sin un verdadero entrenamiento, solo servirán de carne de cañón del criminal Putin.
Por eso es que, en su frustración y desesperación, las tropas rusas han masacrado a civiles y han ido dejando una huella de muerte y destrucción en su retirada, sobre todo en la ciudad de Bucha, a las afueras de Kiev, donde cuerpos de civiles permanecen diseminados en las calles, tras ejecuciones sumarias.
Los rusos han generado un odio que permanecerá por generaciones
Putin, se dice, está cometiendo los mismos errores que hicieron fracasar a Hitler en su campaña contra Rusia en 1944: pésima logística, no anticipar las necesidades de un ejército después de un corto número de días.
Los alemanes invadieron Rusia en el verano, pero al no contar con uniformes para soportar el invierno, muchos sufrieron de daños por congelarse sus pies, además de forrar con paja y lo que encontraban para cubrirse, a lo que se agrega que en un principio fueron recibidos como liberadores, los que iban a acabar con la demencial dictadura de Stalin, pero en vez de aprovechar eso, se ganaron rápidamente el odio, entre otras cosas por asesinar a los judíos que encontraban.
Los tanques rusos que no son destruidos no reciben el necesario combustible para seguir operando, al igual que falla el suministro de otros insumos y alimentos a la tropa, lo que ha hecho que los rusos asalten supermercados y bodegas.
Las atrocidades perpetradas por los rusos en Ucrania van a generar un odio hacia ellos que durará mucho tiempo, todo resultado de la desquiciada mente de un criminal que antepone sus intereses como dictador y cleptómano, a la vida de tantos infortunados, tanto ucranianos como los mismos rusos, cuyas vidas están siendo muy golpeadas por las sanciones impuestas.