¿Cómo puede defenderse una nación de un enemigo muy poderoso y armado hasta los dientes?
La agresión no provocada a Ucrania por Rusia del criminal de guerra y envenenador Putin, que en su demencia iba a durar dos semanas para tomar control del país, está relativamente estancada después de seis meses, sin que los grandes refuerzos en soldadescas y armamento tengan la verdadera capacidad de revertir el curso del conflicto.
La diferencia la hace la movilidad de los batallones ucranianos, que conocen muy bien su terreno y pueden, por lo mismo, desplazarse con rapidez, a lo que se suma el armamento altamente efectivo que Ucrania ha recibido de Estados Unidos, Alemania, Polonia, Inglaterra…en buena parte, armas fácilmente transportables, ya que algunos lanzamisiles puede llevarlos un solo soldado, además de reconocer el terreno con pequeños drones, algunos que caben en la palma de la mano, provistos de cámaras de alta precisión que localizan tanques y camiones blindados para destruirlos con misiles.
La movilidad de embarcaciones más livianas de los griegos que atacaban a las pesadas naves de los persas definió la Batalla de Salamina, un encuentro que cambió el destino de la humanidad y en la cual tomó parte decisiva una reina, Artemisia, tirana de Halicarnaso. El gran arquitecto de la victoria griega fue el comandante Temístocles de Atenas.
“La guerra de guerrillas” librada por los belicosos escoceses contra las tropas romanas comandadas por el emperador Adriano condujo a la construcción de un muro para dividir la Isla entre los romanos y los “pictos”. Cuando Roma fue luego convertida al cristianismo por Constantino (que se valió del desastre causado por el emperador Diocleciano al implantar un esquema cuasi comunista) esa parte de Britania estaba poblada por personas civilizadas, una de los cuales, un joven llamado Patricio, fue raptado por piratas irlandeses, esclavizado, pero terminó cristianizando a Irlanda. San Patricio es una luminaria espiritual venerada al día de hoy.
Las vidas de jóvenes carne de cañón no valen para tiranos endemoniados
No sólo Ucrania se siente amenazada por las ambiciones del criminal Putin, sino también los países bálticos Estonia, Letonia, Lituania, Finlandia, así como Suecia, que han iniciado programas para defenderse de un atacante despiadado, entrenando a su población con ejercicios militares básicos, esparciendo armas y pertrechos en puntos claves, definiendo cuáles lugares se prestan mejor para atrincherarse…
Cada nación tiene sus particularidades en geografía, recursos, liderazgo.
Una de las grandes diferencias entre Rusia e Ucrania es que mientras el criminal envenenador Putin muy raras veces sale del Kremlin, Zelenski se mueve por toda Ucrania, informándose de los movimientos, de la logística, de la llamada “moral combativa”.
Galvanizar a un pueblo para defenderse, proteger a su patria, ha logrado, como ejemplo, que un niño de quince años y a riesgo de su propia vida, maneje drones minúsculos para detectar armamentos y vehículos rusos, información que de inmediato se pasa a artilleros para destruirlos.
Mujeres y adultos se organizan para curar heridos, rescatar víctimas, ayudar en la medida de sus posibilidades a la defensa de su patria.
El criminal Putin está reforzando sus tropas con novatos, criminales que sacan de las cárceles… la carne de cañón de la que echan mano las dictaduras para sostenerse, como cuando China anuncia que “al costo que sea anexará Taiwan”, un costo en vidas humanas, las vidas de los soldados que mandan a los frentes de batalla y la de los civiles que caigan víctimas de bombardeos…
Esas vidas no cuentan si con ello apuntalan a los dictadores en sus cómodos tronos…