La promesa de Trump de terminar la guerra en Ucrania en 24 horas, "al solo llegar al poder", pasa por lograr un arreglo con el criminal de guerra y asesino serial Putin, un individuo sobre quien y en más de una ocasión ha dicho que es un "genio" además de mantener contactos, llegando a suministrarle pruebas para determinar si tiene covid, la peste diseminada desde China por el mundo y cuando esos tests no estaban al alcance del público.
La guerra tiene un espantoso costo en vidas humanas. Los servicios de inteligencia ingleses informan que cada día mil quinientos soldados rusos mueren, a lo que se suma el creciente costo para la gente en Rusia de "la mantequilla", vale decir de lo que las personas consumen de alimentos.
Sin embargo, Putin anunció que ha ordenado producir en serie los misiles hipersónicos Oreshnik (Avellano), que pueden alcanzar objetivos hasta en cinco mil kilómetros y uno de los cuales ya fue lanzado a Ucrania, según los rusos, "sin carga nuclear, porque estaba en pueba".
Lo que no ocultan es que tienen la capacidad de alcanzar cualquiera de las capitales de Europa, como lo dejó entrever el coronel general Serguéi Karakáev, comandante de las Fuerzas de Misiles Estratégicos de Rusia.
Más y más pese a la brutal represión contra las manifestaciones contra la guerra y el creciente repudio hacia Putin, el plan de Trump sería una especie de salvavidas para el sicópata, que pretende armar a Rusia y continuar con la amenaza global.
Pero los ataques con misiles occidentales a Rusia están camino de derrumbar la dictadura, que pese a la amenaza de usar artefactos atómicos sabe que sería un suicidio y aunque se lleve de encuentro otras naciones, la civilización entera.
Entre la "carne de cañón" que el sicópata Putin pretende lanzar a la muerte está el contingente de soldados norcoreanos, desnutridos, mal entrenados y muy vulnerables debido a que no hay suficientes traductores, a lo que se suma el hecho de que en las guerras o cualquier encuentro la situación cambia cada minuto, por lo que la confusión respecto a lo que toca hacer lleva más rápido o a la muerte o a la rendición.
Pero las vidas ajenas no las toman en cuenta enloquecidos como Kim Jong-un, Putin o Xi, este último en caso que ataque a Taiwán .
Hasta el siglo XVIII lo usual era que reyes y guerreros acompañaran a sus tropas en el frente de batalla, como fue el caso desde Alejandro Magno y los generales romanos, hasta Napoleón Bonaparte y el conde Von Radetzky, que en una batalla venció las tropas napoleónicas y en cuyo honor Johann Strauss padre compuso la hermosa marcha que lleva su nombre.
"A la paz perpetua", como reza una lápida en un cementerio que visitó Kant
El horror de las guerras, motines, agresiones de grupos contra personas o movimientos diversos, es una pesadilla que persigue a los seres humanos desde los albores de la civilización, hechos que constituyen apasionantes narrativas, desde las agresiones al imperio de los faraones por los "hombres del mar" que hasta el momento no se sabe con certeza cuál fue su origen, hasta la terca postura de los hebreos frente a Roma, que llevó a la destrucción del Templo de Salomón por el general romano Tito y cuya memoria de esos hechos puede verse en el Arco de Tito frente al Coliseo de Roma.
Del Templo sólo queda el terraplén donde estuvo, el llamado Muro de las Lamentaciones que es un lugar de peregrinaje al día de hoy y que es asimismo visitado por turistas.
La humanidad está muy lejos de alcanzar "la paz perpetua", como lo pregona una lápida en un cementerio, frase que fue comentada por el gran filósofo Emanuel Kant...