El horror de las inundaciones en Valencia, España, que han causado más de 211 muertos, decenas de desaparecidos, innumerables viviendas destruidas y miles de vehículos soterrados o apilados unos sobre otros, enfatiza una realidad: el agua torrencial es la principal destructora y causa de las calamidades que azotan en el mundo.
En las imágenes que se tienen de las inundaciones en Valencia se puede ver a personas arrastradas por la fuerte corriente hacia el mar sin posibilidad alguna de sobrevivir.
Enormes inundaciones se han dado en Europa Central, en Pakistán, en India y en muchos otros lugares del planeta, como las provocadas recientemente por los huracanes Helene y Milton en Florida y las Carolinas, que destruyeron comunidades enteras, muchas de las cuales no serán reconstruidas, muy especialmente en el área de Tampa, el llamado "Panhandle" que se abre sobre el mar Caribe.
Los huracanes, al igual que las inundaciones que provocan, han dañado la imagen de Florida como un estado de la Unión Americana ideal para jubilarse, pasar los "años dorados" en comunidades de golf, etc.
Los terribles daños causados han motivado a la Unión Europea a prestar auxilio inmediato a España para reconstruir viviendas y reponerse de otros daños, más considerando la "magia valenciana", el especial encanto de la ciudad y cuna del gran pintor Joaquín Sorolla pero cuya casa, ahora museo y muchas de sus obras, se pueden visitar en Madrid.
Una de las obras más emotivas del pintor, que se casó con su modelo que retrataba desnuda por la espalda, es de unos niños lisiados bañándose desnudos en el mar, la que tituló "Triste herencia" ya que en esos tiempos era muy poco lo que se podía hacer por personas lisiadas, a diferencia de los tiempos actuales cuando hay muchas formas de rehabilitar personas con discapacidades físicas.
Al lado de esos incontrolables huracanes, de grandes inundaciones que azotan ciudades europeas, inmensos ríos como el Rin y el Danubio están faltos de agua.
El Rin fue la frontera que protegía al Imperio Romano de las hordas bárbaras (cimbros, teutones, francos, vándalos, que a su vez huían de las presiones de mongoles, de las hordas doradas) hasta que en el año 410 de nuestra era el Rin se congeló y nadie pudo detener más la invasión "bárbara".
Los francos se asentaron en la actual Francia (de allí su nombre), mientras los vándalos al sur de España, Van-dalucía, ahora Andalucía...
El agua y los huracanes destruyen más que terremotos y volcanes
En Centroamérica y específicamente en El Salvador hemos tenido fenómenos similares con saldos de numerosas víctimas y estragos en los últimos 50 años, como el huracán Fifí en 1974, el temporal que acabó con parte de la residencial Montebello en 1982, el huracán Mitch en octubre de 1998 y dolorosas tragedias como la del autobús con una treintena de fieles de la iglesia evangélica Elim que fue arrastrado por una correntada en la colonia Málaga, en el sur de San Salvador, en 2008.
Cada año la naturaleza nos bendice con abundante agua, pero en algunos casos rebasa la capacidad del suelo de absoberla y de los encargados de prevenir o enfrentar las calamidades consiguientes.
Cuando hay tiempo, muchas comunidades se preparan para afrontar crecidas de ríos, pero cuando éstas sobrepasan un cierto volumen, como en el caso del horror en Valencia, lo más que se puede hacer es buscar lugares altos donde guarecerse.
Muchas personas fueron rescatadas con sus niños y hasta sus mascotas por helicópteros de salvamento, ya que toda España estuvo en alerta...
La difusión de avisos oportunos, preparar refugios para damnificados, colocar en lo posible barreras, es lo natural en países organizados.