Un hombre muere y despierta en la otra vida en una hermosa mansión, donde le da la bienvenida un elegante mayordomo, que dice estar para satisfacer todos sus deseos…
El tiempo pasa con exquisitas comidas, música, deleite tras deleite, hasta que un día le pide al mayordomo que le dé algo que hacer, alguna tarea…
—Eso es lo único que no puedo darle… —le respondió.
—Pues entonces prefiero irme al infierno —replicó el otro.
—¿Dónde cree, mi señor, que está?…
A la inversa de esto, Francia sufre estridentes manifestaciones de grupos que oponen la propuesta del gobierno de subir la edad del retiro, pues el sistema que sostiene esas jubilaciones está en bancarrota, como en todas partes del mundo que no han adoptado sistemas como el vigente en nuestro país, pero que es regularmente saqueado.
El régimen bukeliano ha simulado una “reforma” que más bien, a juicio del especialista en el tema de pensiones Patricio Pineda, sólo facilita que se haga un “auto-borrasaldo”de la deuda de más de 6,200 millones que tiene con los ahorros de los trabajadores, en igual forma como se embolsó el FODES y dejó a las alcaldías sin recursos hasta para pagar a sus empleados y hacer obras.
La única solución para los franceses es elevar impuestos, ya que “imprimir billetes” no es posible después de la introducción del Euro como moneda comunitaria.
Jubilarse, al igual que el “early retirement” que sueñan los estadounidenses, es quedarse en casa viendo televisión, caer, en incontables casos, en el alcoholismo, al igual que sufrir las preniciosas consecuencias de “no hacer nada”, como la depresión.
Para muchos de nosotros, los que tenemos la gran fortuna de seguir trabajando y estar activos, el “no hacer nada” es impensable, pues siempre además del trabajo hay oportunidad de seguir aprendiendo, pues del cerebro se puede decir lo mismo que con los músculos: no usarlos termina por atrofiarlos.
El problema que hace más y más difícil jubilarse a una cierta edad, tanto en Francia como en muchos países y particularmente Japón, es que cada día en las naciones del Primer Mundo hay más personas mayores pero menos jóvenes, lo que está llevando a proyectar un futuro en el cual la mayoría de personas que no han formado un patrimonio adecuado y/o no tienen hijos que los apoyen “en los años dorados” tendrán que seguir trabajando mientras vivan, a menos que por mala condición de salud se conviertan en dependientes de hogares para desvalidos, como toca a las personas que duermen bajo portales o en dormitorios públicos en los países tanto del Primer Mundo pero más en naciones pobres acechadas por el hambre.
La “reforma agraria” de los 80 arruinó la agricultura eficiente
Considérese lo que sucede en nuestro país a causa de las erradas ocurrencias del régimen: la mitad de la población ha caído en la pobreza, lo que hace mucho más difícil para un grupo familiar que debe ingeniárselas día a día para comer, sostener a padres o abuelos que no pueden aportar nada, a lo que se agrega que los “paquetes de ayuda” se los roban en gran parte los encargados de repartirlos.
En tal sentido, “la seguridad alimentaria” en nuestro país, como en muchos de África, es casi un mito, a lo que debe sumarse la poca inversión extranjera que se recibe (¡menor inclusive que la de Nicaragua!), una inversión esencial para generar empleo y bienes, entre ellos precisamente el de los alimentos.
Cuando la empresa internacional de alimentos Del Monte quiso contratar agricultores para enlatar se encontró que “el sector reformado” (las tierras robadas en tiempos de la junta golpistade 1980) no podía asumir tales compromisos por restricciones legales…