La Dirección de Obras Municipales (DOM) ostenta en su fachada la frase “el dinero alcanza cuando nadie roba”, coincidiendo con lo dispuesto por el legislativo de los sumisos de autorizar contrataciones, emisión de valores y etcétera, sin someterse a control alguno.
Por lo mismo el eslogan debería ser “cuando no hay controles el dinero desaparece a lo grande”, como sucedió con los fondos del FODES, que se quitaron a las alcaldías para colocarlos a disposición de la dictadura. Ahora resulta que están autorizando a la DOM para que se endeude sin límites a pesar de los millonarios fondos que recibe y que antes eran destinados a las alcaldías por medio del FODES.
“Obras municipales”, al igual que el pago a empleados de la comuna, han prácticamente cesado; en el municipio de San Juan Opico, varios empleados de la Alcaldía, algunos con más de veinticinco años de servicio, fueron despedidos la semana anterior, como se aprecia en la foto publicada en El Diario de Hoy.
¿Cómo resolver el grave problema de alcaldías que en muchos casos no cuentan con recursos ni para atender servicios esenciales como el mantenimiento de calles o recoger la basura?
La “solución” sería “emitir valores”, endeudarse, como lo hace el régimen, que para financiar el presupuesto del presente año va a pedir préstamos, la gran pensada de Hacienda.
Pero ello choca con dos muy duras realidades: la primera es la exigencia del Fondo Monetario Internacional de que el régimen bukeliano baje en 1,100 millones de dólares sus gastos, a lo que se suma el hecho de que nuestro país y debido al nombramiento sucesivo de titulares en la cartera de Agricultura, que por desinterés o inepcia no se han ocupado del asunto, tenemos un déficit de ocho millones de quintales de granos básicos.
¡Ocho millones de quintales de granos básicos! Eso es una consecuencia de la Reforma Agraria impuesta a la Junta de Desgobierno, de superpícaros, en 1980, lo que colocó en manos de jornaleros inexpertos las mejores tierras del país, un golpe que debe revertirse con la mayor brevedad, así como la falta de liderazgo y planes en la cartera de Agricultura, que, como decimos, ha tenido hasta tres ministros en los últimos tres años.
El déficit es gravísimo, pues potencialmente puede provocar una hambruna al estilo africano.
De ocurrencia en ocurrencia el país va a una hambruna
Si el FMI pide al régimen reducir gastos por 1,100 millones de dólares, eso incluye obras absolutamente inútiles como el “aeropuerto del Pacífico” para avionetas, la compra de bitcoins con dineros públicos además de la construcción de “bitcoin city”, adquirir granos a precios inflados en Sinaloa, justo allí donde opera el cártel que dirigió “Chapo” Guzmán, ahora metido en una cárcel de máxima seguridad de Estados Unidos donde apenas puede ver el cielo…
Los torrentes de dinero derrochados por el régimen en publicidad y en el sostenimiento de cabilderos en Estados Unidos no podrán mantenerse para cumplir con la exigencia del Fondo Monetario, a lo que debe agregarse un hecho: las entidades crediticias mundiales siguen muy de cerca tanto lo que pide el Fondo Monetario como las evaluaciones de entidades calificadoras de riesgo como Moody’s, que colocan a los bonos y papeles de este país en la categoría equivalente a basura.
Con tales antecedentes equivale a “creer en pajaritos preñados” suponer que bonos emitidos por la DOM van a venderse “como pan caliente”.
Dar por finalizado el monumental disparate de la “reforma agraria” impuesta generaría fuentes inmediatas de empleo, además de alejar al plazo más breve el espectro de una hambruna, muy especialmente a las familias que a causa de las ocurrencias del régimen están sumidas en la pobreza…