El régimen bukeliano está intentando canjear a los más de 250 migrantes venezolanos por presos políticos del chavismo, que no ha dudado en responder que esto sólo confirma el "secuestro" de aquéllos en el Centro de Confinamiento contra el Terrorismo (CECOT).
Pero también esto demuestra que el régimen salvadoreño piensa que tiene poder sobre el destino de estos migrantes, aunque también lo tendrían la administración Trump y las órdenes de los jueces federales estadounidenses que han ordenado su retorno.
Hasta ahora, ambos gobiernos han generado un limbo legal al estar pimponeando la responsabilidad sobre el grupo, enviado a mediados de marzo a El Salvador pese a las órdenes de un juez federal para que no lo hicieran o que los devolvieran a Estados Unidos.
Sin embargo, no debería de ser así, porque ellos han sido reclamados por las autoridades judiciales de EE.UU., no han cometido delito en El Salvador y, por tanto, no deberían estar presos acá sino a disposición de los jueces federales o enviados a su país de origen.
Aunque parezca una ironía y el chavismo no tenga autoridad moral para cuestionar a otra dictadura similar a la suya, no duda en plantear que la propuesta salvadoreña sólo refuerza su denuncia de que se trata de un "secuestro" y esto puede resultar muy grave a futuro para los involucrados que mantienen a los migrantes en el CECOT, la brutal cárcel donde se tortura estas personas acusadas de ser miembros del Tren de Aragua por el solo hecho de tener un tatuaje, una moda funesta considerando que los tatuajes debilitan el sistema inmunológico del cuerpo además de otras implicaciones.
La fase dos del plan es enviar al CECOT a los más peligrosos criminales de Estados Unidos, a lo que luego puede ser un envío de llantas usadas, desechos tóxicos de toda naturaleza...
Nuestro saqueado El Salvador merece mejor suerte que ser vendido como un "gulag centroamericano", hacer que otros dispongan de lo que es el anhelo de la mayoría de la gente, que en vez de ser lugar donde venezolanos desplazados por la narcodictadura que campea en su patria vengan a sufrir vejámenes que las organizaciones internacionales que velan por los derechos humanos unánimemente condenan.
No dejaremos de repetirlo: el Estado de Texas, casi más grande que Francia y España juntos, es capaz de sostener, alimentar y dar buena vida a toda la población mundial, a lo que se suma otro hecho: que los venezolanos sin antecedentes delictivos pueden ayudar a reconstruir ciudades como Detroit, ahora en duras condiciones debido a que dejó de ser la ciudad donde se producían más automóviles que en cualquier otro lugar del planeta. Gente decente y laboriosa son un activo de primer orden para cualquier país, más cuando en su inmensa mayoría son cristianos y en alguna medida hijos de la civilización occidental...
"Conmigo todo será barato y abundante"... Y la gente sencilla cae engañada
Desde siempre los vendedores de ilusiones que luego se convierten en los verdugos de sus connacionales recurren al mismo ardid: denuncian un imaginario enemigo "del pueblo", se presentan como el individuo que va a vencerlo y luego se transforman en su verdugo. Hitler acusó a los judíos de "estar sangrando a la nación", procedió a un sistemático exterminio no solo de ellos sino además de gitanos, negros y disidentes, en su demencia invadió Polonia y luego Rusia y terminó arruinando Alemania.
No hay nación que no corra el riesgo de ser víctima de la tontería de sus masas, tan propensas a caer en las redes de demagogos, de los vendedores de ilusiones, tanto de los que despiertan odio como de los que ofrecen maravillas, pregonar "conmigo todo será más barato y abundante...".