"Por amor a Dios, ya hay demasiado dolor para continuar experimentando con la vida de los pobres” dice al final de su nota el reverendo Mario Vega, pastor general de la Iglesia Elim, reflejando los sufrimientos de tantas familias y particularmente aquellas que han caído en la pobreza causa de las medidas y desaforados endeudamientos del actual como de previos regímenes.
Figurativamente se dice que puede cargarse un camello con más y más peso hasta que llega el punto en que una hebra de heno le rompe el espinazo, lo mata. Ese creciente peso es el dinero público usado para comprar bitcoins, el incesante gasto en propaganda, el sostenimiento de una fuerza policial y judicial que con frecuencia desborda sus atribuciones y perpetra incalificables abusos, sembrando terror entre jóvenes y adultos, siendo los últimos la captura de un conocido socorrista y la condena de dos hermanas maestras, una recién graduada de la UES a partir de una llamada anónima. Ambas fueron llevadas con engaños a una estación policial y capturadas.
Al desplomarse el orden jurídico hay un poco de más seguridad, ya que las extorsiones y desaparecimientos continúan, pero la gente tiene miedo de hablar, de expresar opiniones, equivalente a violar un derecho humano fundamental consagrado en nuestra Constitución.
Un “experimento más” que afecta la vida de la gente ha sido la supresión de un día a otro de los municipios para fundirlos en unos pocos, no en beneficio general, sino para manipular el proceso electoral y la conveniencia del oficialismo.
Señalar abusos, defender personas, conduce a represalias, como el caso de un sindicalista que denunció el despido de trabajadoras por estar encintas: además de no corregir esa injusticia, lo despidieron de su trabajo, literalmente “tras corneado, apaleado”.
El caso más reciente es el homicidio —como lo califica la abogada de la familia— en las cárceles del exasesor de seguridad del régimen, Alejandro Muyshondt, que al ser capturado estaba en condiciones físicas normales como se consignó en las fotografías y videos publicados, pero que fue devuelto cadáver a sus parientes, con señales de haber sido lobotomizado y con una cicatriz que cubría la mayor parte de su pecho, como con amargura lo describe su hermana al comentar “te entregan un cadáver y ya…”.
Muyshondt fue enterrado el propio día de su cumpleaños…
Cada día salen a luz espeluznantes casos de personas muertas bajo tortura
El Socorro Jurídico Humanitario ha documentado la muerte de 235 detenidos bajo régimen de excepción mientras estaban en las cárceles.
La organización reporta entre los casos más recientes y brutales a Roberto Alonso Villatoro Guevara, quien falleció a inicios de febrero, tras pasar en prisión 13 meses.
Verónica, la esposa de Roberto, explicó que él era hipertenso y diabético, de lo cual ella presentó una constancia médica a sus captores. “No sabemos cuánto tiempo no le dieron de comer porque su piel estaba pegada a sus huesos. Fue difícil reconocerlo porque estaba terriblemente desnutrido, solo tenía huesos y piel”, relató.
En muchos de los casos, las familias fueron conminadas a no abrir los féretros, para que no vieran señales de bárbaras torturas sufridas, aunque siempre se dice que la causa de muerte fue “un edema pulmonar” o tecnicismos forenses por el estilo…