La muerte por sarampión de miles de niños en Italia ha generado una alarma en ese país, la que se comparte en muchas otras naciones que o no tienen acceso a vacunas o en las cuales los padres no se han ocupado de proteger a sus hijos.
Hay, como lo venimos advirtiendo desde hace mucho rato, una nueva “religión” en el mundo: los que niegan la efectividad de las vacunas basándose en teorías conspirativas: las vacunas contra el covid, aseguran, son un plan para insertar chips electrónicos dentro de los vacunados, para “echarse a los viejos” (como propuso don Daniel Ortega, que pidió a las personas mayores de Nicaragua a morirse y dejar de consumir lo que jóvenes necesitan), para reducir la población mundial. Los argumentos son inacabables.
Un rapero estadounidense cuenta que le ofrecieron una millonada si se unía al bando de los que niegan las vacunas, pero rechazó participar en tal patraña.
A causa de la pandemia muchas familias dejaron de vacunar a sus hijos, exponiéndolos a contraer toda clase de enfermedades y en particular el sarampión, que es sumamente contagioso, la poliomielitis, la tos ferina…
Muchas de estas enfermedades, que se habían declarado extintas, han resurgido por culpa del desastre humanitario de Venezuela, el país sentado sobe inmensas riquezas pero que el desquiciado mental de Hugo Chávez y ahora Maduro han llevado a la peor de las catástrofes además de convertirlo en el principal proveedor de droga en el mundo, según se ha denunciado.
En nuestro país la crisis económica causada por la dictadura y el deterioro de los servicios asistenciales, entre los cuales la atención a futuras madres y la vacunación de niños, ha dejado a los salvadoreños expuestos a contraer males que pudieron haberse evitado.
Sobra el dinero para propaganda pero no para hospitales y clínicas
No hay fondos para ampliar el Hospital Rosales, para dotar de medicamentos básicos a hospitales y clínicas del interior pero abunda a raudales para sostener la propaganda del régimen tanto dentro como fuera del país y la inútil compra del devaluado bitcoin.
Esto comprueba un incontrovertible hecho: la única prioridad de la dictadura, de toda dictadura desde la del criminal de guerra y envenenador Putin, la China, del régimen argentino, de Orbán en Hungría, es llenar los incensarios frente al altar del tirano.
Y entre ellos está Donald Trump, un individuo con programas muy similares a los de Hitler y que, como advierten tantos en Estados Unidos y el exfiscal Barr, puede destruir la democracia estadounidense y, en el proceso, hundir al país en una grave crisis.
Como señalamos, la falta de vacunas para niños, la mala atención médica a futuras madres, el suministro de agua de dudosa potabilidad, color amarillento y mal sabor por uno de los muy cercanos allegados al régimen, causan daños inmediatos pero asimismo y, lo que es muy grave, de largo plazo: las futuras generaciones son más frágiles, menos agraciadas, apáticas, más propensas a caer en vicios, sobre todo en un país donde el alcoholismo tiene el primer lugar en el mundo.
En Estados Unidos se han dado muchos casos de hombres y mujeres que demandan a sus padres por no haberlos vacunado cuando eran niños…
Por lo mismo, recomendamos a nuestros lectores y audiencias vacunarse, no solamente contra el covid como es natural, sino contra el sarampión, la neumonía y plagas similares…